¿Qué dice la Biblia?
El Antiguo Testamento tiene mucho que decir sobre el tema de la amistad con personas impías. Moisés instruye estrictamente a los israelitas para que no sigan el ejemplo de amigos malvados que los alejarían de Dios. Debemos usar el discernimiento en nuestra elección de amigos para evitar la impiedad y no buscar amistad con aquellos que son rebeldes o no pueden controlar su temperamento. El Nuevo Testamento nos da el mejor ejemplo de cómo ser amigo de los incrédulos. A lo largo de Su ministerio, Jesucristo fue juzgado duramente por extender bondad hacia la gente impía; sin embargo, se nos instruye a seguir Su ejemplo para que los incrédulos vean la luz de Cristo y finalmente alaben a nuestro Padre Celestial. Pablo también habla de la amistad con los incrédulos en sus enseñanzas a las nuevas iglesias. Aunque somos llamados a ministrar a los no creyentes, debemos recordar que nuestras identidades espirituales están en oposición directa. Por lo tanto, no debemos permitir que las prácticas, creencias o comportamientos impíos de ellos afecten negativamente nuestra relación con Dios.