¿Deben los cristianos entablar amistad con los no creyentes?

featured article image

En resumen:

Jesús era amigo de los pecadores. Nosotros también debemos entablar amistad con los no creyentes, pero debemos ser prudentes en cuanto al impacto que tienen en nuestras vidas.

Del Antiguo Testamento

  • En Deuteronomio 13:6-11, Moisés advierte solemnemente a los israelitas que no permitan que amigos malvados los alejen de Dios y los lleven a adorar ídolos.
  • Debemos usar el discernimiento para evitar hacernos amigos de gente malvada (Proverbios 1:10-19; 4:14-19).
  • No debemos permitir que nuestras amistades con incrédulos nos lleven a la impiedad: “El justo es guía para su prójimo, Pero el camino de los impíos los extravía” (Proverbios 12:26).
  • Si nos apoyamos en personas piadosas y sabias, seremos como ellas; por el contrario, si seguimos el ejemplo de personas necias e impías, inevitablemente saldremos perjudicados (Proverbios 13:20).
  • Se nos aconseja en Proverbios 24:21: “Hijo mío, teme al SEÑOR y al rey, No te asocies con los que son inestables”. Debemos evitar amistades íntimas con personas rebeldes.
  • No debemos fomentar amistades con personas que no tienen dominio sobre su temperamento (Proverbios 22:24).

Del Nuevo Testamento

  • Como seguidores de Jesucristo, debemos hacer que nuestra “luz brille delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16). Debemos extender nuestra amistad hacia los no creyentes para que puedan ver la luz de Dios y alabarlo.
  • En Mateo 28:19-20, se nos llama a seguir el ejemplo de Jesús y hacer discípulos de todas las naciones. En muchos casos, el cumplimiento de este mandamiento implicará entablar amistad con los no creyentes mientras compartimos el evangelio con ellos.
  • Durante el ministerio de Jesús, Él era conocido por pasar tiempo con gente impía, como lo registra Lucas 7:34: “Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y ustedes dicen: “Miren, un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores””. A pesar de la oposición que Jesús enfrentó por parte de los líderes religiosos, Él extendió bondad y amor a los individuos más inmorales de Su tiempo.
  • Los incrédulos siguen siendo esclavos del pecado (Romanos 6:6-11). Debemos tener cuidado de no acercarnos tanto a ellos que su estilo de vida pecaminoso afecte negativamente nuestra relación con Dios.
  • Pablo aclara en 1 Corintios 5:9-10 que, aunque debemos asociarnos con los incrédulos, no debemos permitir que sus prácticas pecaminosas nos hagan tropezar espiritualmente.
  • En 2 Corintios 6:15, Pablo pregunta retóricamente: “¿O qué tiene en común un creyente con un incrédulo?”. Claramente, la identidad de un creyente está en oposición directa a la de un incrédulo.
  • No debemos dar prioridad a nuestras amistades con los incrédulos hasta el punto de comprometer nuestra moral piadosa (1 Corintios 15:33).

Implicaciones para hoy

Está claro que debemos entablar amistad con los no creyentes. ¿Por qué? Porque sería extremadamente difícil compartir el evangelio con alguien sin construir algún nivel de amistad primero. Al mismo tiempo, no debemos permitir que nuestra amistad con ellos resulte en que diluyamos las verdades de la Palabra de Dios o minimicemos la importancia de ciertas doctrinas para no ofenderlos. Como se enfatiza a lo largo del Antiguo y Nuevo Testamento, debemos usar el discernimiento. Mientras intentamos compartir el amor de Dios con ellos, debemos evitar que su influencia prevalezca sobre nuestra relación con Dios. En última instancia, nuestro objetivo debe ser vivir una vida centrada en Cristo y compartir nuestra fe con los no creyentes.

Comprende

  • Jesús demostró amistad con los incrédulos, mostrando amor y bondad sin comprometer Su misión.
  • La Biblia nos advierte que seamos cautelosos en nuestras amistades con los no creyentes, asegurándonos de que no nos alejen de Dios.
  • Construir amistades con no creyentes es vital para compartir el evangelio, pero debemos usar el discernimiento para mantener nuestra fe y valores.

Reflexiona

  • ¿Cómo puedes entablar relaciones con los no creyentes y, al mismo tiempo, proteger tu propio camino con Dios?
  • ¿Ha habido momentos en los que tu amistad con no creyyentes ha influido negativamente en tus decisiones o valores? ¿Cómo reaccionaste?
  • ¿Qué medidas prácticas puedes tomar para asegurarte de que tus relaciones con los no creyentes reflejen a Cristo sin comprometer tu fe?

Ponlo en práctica

  • Tristemente, las estadísticas muestran que, a los tres años de convertirse al cristianismo, la mayoría de las personas ya no tienen amigos no cristianos. ¿De qué manera podemos entablar amistad con los no creyentes manteniendo una clara distinción entre nuestros valores y su estilo de vida?
  • ¿Cómo podemos discernir cuándo una amistad con un no creyente nos ayuda a compartir el evangelio y cuándo nos aleja de nuestra fe?
  • ¿Cómo podemos, como comunidad de creyentes, rendirnos cuentas unos a otros mientras fomentamos relaciones significativas con los no creyentes que los lleven hacia Cristo?