¿En qué sentido es la bondad un fruto del Espíritu Santo?

En resumen:

A medida que nos sometemos a la dirección del Espíritu Santo, Él obra en nuestro corazón para reemplazar el egoísmo, la ira y la aspereza con amor, paciencia y mansedumbre. Estas cualidades, junto con la bondad, son el “fruto” o la obra del Espíritu.

¿Qué dice la Biblia?

Un ejemplo de bondad en el Antiguo Testamento es la reconciliación de Esaú con Jacob en Génesis 33. Esaú podría haberse vengado de Jacob, pero prefirió mostrar bondad. Otro ejemplo se encuentra en 1 Reyes 17:8-23, donde una viuda acoge al profeta Elías a pesar de ser muy pobre. En el Nuevo Testamento, Jesús cuenta una parábola sobre el buen samaritano, que muestra una gran bondad hacia su enemigo cultural, un judío (Lucas 10:25-37). La forma en que los cristianos podemos mostrar bondad hoy en día es a través de la obra del Espíritu Santo, que puede producir frutos espirituales en nuestras vidas (Gálatas 5:22-23). Aunque no siempre es fácil mostrar bondad, el Espíritu capacita a los creyentes para “revestirse” de bondad (Colosenses 3:12) e incluso para bendecir a quienes nos hacen mal (1 Pedro 3:8-9).

Del Antiguo Testamento

En la historia de la reconciliación entre Jacob y su hermano gemelo Esaú se encuentra un poderoso relato de bondad. Jacob había agraviado a Esaú manipulándolo para que renunciara a su primogenitura y engañando a su padre, Isaac, para recibir la bendición que le correspondía a Esaú. Muchos años después, Jacob y su familia se encuentran con Esaú. En lugar de vengarse, Esaú muestra una asombrosa bondad hacia su hermano: corre hacia Jacob, lo besa y llora con él (Génesis 33).
En 1 Reyes 17:8-23, tres personas muestran bondad cuando una viuda acoge al profeta Elías en su casa. Allí, el hijo de la viuda muere. Elías muestra bondad a la mujer implorando al Señor que devuelva la vida a su hijo. El Señor muestra entonces Su bondad a todos al resucitar al niño.

Del Nuevo Testamento

, chrēstotēs, es algo más que hacer algo amable de vez en cuando; es la inclinación del carácter de una persona. Cuando el Espíritu obra en nosotros, empezamos a hacer obras amables porque somos amables. No hay hipocresía en ello. El Espíritu cambia nuestros corazones y, por tanto, cambia nuestras acciones.

Implicaciones para hoy

Como seres humanos pecadores, no estamos naturalmente inclinados a sentir bondad hacia los demás. El mundo nos enseña a velar por nuestros propios intereses, a ignorar a los demás y a preocuparnos solo por nuestras necesidades. Sentir una preocupación tierna y benéfica, inspirada por un buen carácter, no es nuestra tendencia natural, sino una tendencia piadosa y sobrenatural. La bondad

Comprende

La bondad fluye de la obra del Espíritu Santo en nosotros.
La bondad bíblica es desinteresada y sacrificada.
El Espíritu Santo hace posible la bondad, incluso hacia los enemigos.

Reflexiona

¿Cómo te ha ayudado el Espíritu Santo a sustituir el egoísmo o la ira por la bondad en una situación concreta?
¿Cuándo te ha resultado difícil mostrar bondad y cómo puedes confiar en el Espíritu en esos momentos?
¿Cómo puedes cultivar una conexión más profunda con el Espíritu Santo para mostrar bondad de forma más constante?

Ponlo en práctica

¿Qué podemos aprender de ejemplos bíblicos como Esaú, la viuda o el buen samaritano sobre cómo mostrar bondad en circunstancias difíciles?
¿En qué se diferencia la bondad como fruto del Espíritu de la bondad impulsada por el esfuerzo humano?
¿Cómo podemos animar a los demás a mostrar la bondad del Espíritu incluso a quienes nos maltratan?

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