¿Ama Dios a Satanás?
La mejor forma de contestar si Dios ama a Satanás es mirar cómo Él lo describe en la Biblia. Al hacerlo, leemos que Jesús enseñó: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira" (Juan 8:44). En este versículo, Jesús llama a Satanás asesino, mentiroso y padre de la mentira, y afirma que la verdad no está en él. En Lucas 8:12, Jesús dice: "Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven". Aquí se describe a Satanás como un ladrón, uno que quita la palabra de Dios a los que necesitan creer.
Los primeros seguidores de Jesús afirmaron estas opiniones. Primera de Pedro 5:8 dice: "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar". Satanás es descrito como un león que desea devorar a los que siguen a Jesús. En 1 Tesalonicenses 3:5, Pablo escribe: "Por lo cual también yo...envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano". Una vez más, se describe a Satanás como un tentador que busca destruir a los cristianos.
En Efesios 6:11, se menciona a Satanás como un maquinador: "Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo". Estas asechanzas se oponen claramente a Dios, y Pablo enseña a las personas de la iglesia a protegerse y a luchar contra las tácticas de Satanás.
Esta función de Satanás como tentador se puede observar mejor en las tentaciones que le hizo a Jesús. Tanto en Mateo 4 como en Lucas 4 leemos que Satanás tentó a Jesús tres veces y que Jesús lo resistió en cada ocasión. Jesús terminó diciendo: "¡Vete, Satanás!". (Mateo 4:10). Jesús se opuso claramente a Satanás y a su mensaje.
Según estos y otros pasajes, está claro que Dios se opone a Satanás. Dios no ama a Satanás, y no debemos caer en su engaño ni mostrarle amor. Jesús ya ha derrotado a Satanás: "...y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz" (Colosenses 2:15).
El fin de la obra de Satanás también se revela en Apocalipsis 20:10. Aquí se nos dice lo siguiente: "Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos". El fin de Satanás será un tormento eterno. Aunque por ahora pueda engañar, su perdición es segura. Jesús no ama a Satanás, lo ha resistido y derrotado, y ha anunciado su futura desaparición en el infierno.
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