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Hay muchas razones por las que las mujeres deciden abortar. Quizá no estén preparadas física, económica o emocionalmente para la maternidad o teman ser rechazadas por la sociedad por haberse quedado embarazadas fuera del matrimonio. Tal vez el bebé sea el resultado de un abuso sexual. Aunque las razones varían, por lo general la sociedad responde de dos maneras: elogiando a la mujer como símbolo de sus derechos sobre su propio cuerpo o acusándola de asesinato y tratándola como si fuera una persona despreciable. Sin embargo, pocos se toman el tiempo de considerar los efectos negativos y permanentes que tiene el aborto en la mujer.
Los abortos pueden tener un impacto negativo en la salud de la mujer. Si algo sale mal en el procedimiento médico, las consecuencias para la salud pueden durar toda la vida. La falta de información sobre cómo cuidarse después o el hecho de tratar de ocultar el aborto frente a los demás también impide que muchas mujeres se recuperen adecuadamente. Además, los abortos tienen un impacto negativo en la salud emocional de la mujer. Independientemente del motivo por el que decidan abortar, las mujeres pueden experimentar muchas emociones negativas, tales como la culpa, el arrepentimiento, la tristeza y la depresión. Algunas mujeres se sienten obligadas a abortar a sus bebés o luego descubren que lo que les dijeron que era sólo un bulto de tejido era en realidad una vida humana. Estas mujeres pueden sentirse traicionadas o como si las hubieran engañado. Las emociones pueden ser complejas y difíciles de controlar. Cuando se reprimen o ignoran estas emociones, pueden afectar a la imagen de sí misma y a la confianza en sí misma de la mujer, a sus futuras relaciones y embarazos, y en general a su felicidad.
Sin embargo, las mujeres pueden sanarse y recuperarse después de haber abortado. Esa sanidad empieza con el arrepentimiento y al aceptar el perdón de Dios. Romanos 3:22 dice: "Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere" (NTV). El aborto es un pecado. Según la Biblia, la vida comienza en el vientre materno (Salmo 139:13-16; Jeremías 1:5; Job 10:8-9; Jueces 13:7); por lo tanto, el aborto es matar a un bebé. Ahora bien, la buena noticia es que Dios nos perdonará sin importar lo que hayamos hecho con tal de que nos arrepintamos de nuestros pecados y pongamos nuestra fe en Jesucristo (Romanos 8:1; 1 Juan 1:9). No podemos obtener este perdón con nuestras acciones, sino que este lo recibimos por la gracia de Dios.
Cuando ponemos nuestra confianza en Jesús como nuestro Salvador, no sólo recibimos el perdón, sino que también somos llenos del Espíritu Santo. El Espíritu Santo comienza a ministrarnos y a ayudarnos a transformarnos para pasar de ser pecadores a ser las personas que Dios quiere que seamos. Dios renueva nuestras mentes para que nos concentremos en lo que es bueno (Filipenses 4:8), ayudándonos a superar los pensamientos negativos sobre nosotros mismos. Él perdona nuestros pecados pasados, presentes y futuros, prometiendo separarnos de ellos tan lejos como está el oriente del occidente (Salmo 103:12). Dios nos llena de un gozo inagotable que no se basa en nuestras circunstancias o sentimientos, sino en Su presencia dentro de nosotros.
Además de seguir a Dios, también es importante que las mujeres hablen con un consejero, un mentor o una amiga de confianza. Estas personas pueden ayudar a las mujeres a superar el dolor, aprender a perdonarse a sí mismas y seguir adelante. Los médicos también pueden ayudar, sobre todo en lo que se refiere a los efectos duraderos del aborto sobre la salud. Cuando las mujeres deciden seguir adelante, pueden empezar a vivir el plan de Dios para sus vidas e incluso ayudar a otras mujeres que han abortado o están pensando en abortar. Hay sanidad y recuperación para las mujeres que han abortado porque Dios es un Dios de redención. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17).
Si buscas ayuda para sanarte o recuperarte de un aborto, te recomendamos el Ministerio If Not For Grace (Si No Fuera Por Su Gracia) (www.infg.org) para obtener consejería y recursos gratuitos.