¿Qué era el Sanedrín?

La palabra "Sanedrín" es un término griego que significa "asamblea". El Gran Sanedrín era un tribunal de líderes espirituales en el antiguo Israel que incluía a 70 hombres y al sumo sacerdote. Durante el período del Nuevo Testamento, estos hombres se reunían en el templo judío todos los días excepto el sábado y los días festivos.

Si examinamos los orígenes del Sanedrín, veremos que su primera mención es de mucho tiempo atrás. En Números 11:16, el Señor ordenó a Moisés que reuniera a 70 ancianos para que sirvieran como líderes del pueblo. Esto probablemente estaba relacionado con el consejo que Moisés había recibido anteriormente de su suegro Jetro en Éxodo 18. Allí Jetro recomendó a Moisés que reuniera a 70 ancianos para que sirvieran como líderes del pueblo. Allí Jetro recomendó a Moisés que delegara el liderazgo en otros para que no se agotara.

Posteriormente se formó un grupo llamado el Gran Sanedrín, posiblemente bajo el liderazgo de Esdras, cuando regresó la adoración a Jerusalén tras 70 años de exilio. El Sanedrín, un organismo tanto espiritual como legal, era la autoridad en asuntos religiosos en Jerusalén, limitando la influencia de otras naciones que gobernaban sobre Israel, especialmente el Imperio Romano que más adelante tomaría el poder en la región.

En la época de Jesús, el Sanedrín tenía un poder importante, pero no podía condenar a muerte a una persona de acuerdo con la ley romana. Esto explica por qué los líderes judíos llevaron a Jesús ante Pilato después de haberle juzgado (Marcos 15:1).

El Sanedrín también persiguió a la Iglesia primitiva. Después de la sanidad del hombre en la puerta del templo en Hechos 3, Pedro y Juan fueron juzgados ante el Sanedrín: "Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús" (Hechos 4:18).

La última mención del Sanedrín en el Nuevo Testamento los muestra arrestando a los apóstoles: "y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre" (Hechos 5:40-41). Los apóstoles no se amedrentaron ni se detuvieron: "Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo" (Hechos 5:42).

Tras la destrucción del Templo judío en el año 70 d.C., la influencia del Sanedrín se debilitó enormemente. La práctica religiosa se desplazó de un foco central en el templo de Jerusalén a pequeñas reuniones que desplazaron el poder a las sinagogas locales en las que los judíos locales adoraban.