¿Qué significa blasfemar? ¿Qué es la blasfemia?

La blasfemia es un lenguaje burlón o algún otro insulto contra Dios, Su carácter y la forma correcta de adorarle. Se encuentra reflejada en la ley del Antiguo Testamento en el tercer mandamiento (no tomar el nombre del Señor en vano), en la ley anterior a la de Moisés que prohibía asesinar a los seres que habían sido creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis 9:6), y en el mandamiento directo de no blasfemar el nombre de Dios (Levítico 24:16). David consideraba que era una grave ofensa faltarle el respeto a Dios haciéndole daño al gobernante ungido elegido por Él (1 Samuel 24:6), incluso si ese ungido estaba tratando de matarlo. Ananías y Safira cometieron un tipo de blasfemia al desconocer la omnisciencia y santidad de Dios y pretender donar a la iglesia más de lo que realmente tenían (Hechos 5:1-10). Además, Jesús fue ejecutado porque los sacerdotes y fariseos creyeron que blasfemaba al afirmar que era Dios (Mateo 26:65).

"Hablar o representar irreverentemente a Dios" es una amplia definición, y es muy fácil caer en ella. Dios es el Creador del universo, el Soberano absoluto, y nuestras mentes pecadoras no tienen la capacidad de comprenderlo plenamente; ¿cómo podemos representarlo correctamente? ¿La imprecisión equivale a una falta de respeto? Es precisamente esto lo que llevó a los eruditos israelitas a condensar el nombre de Dios en el impronunciable "YHWH". Aun así, los creyentes en Dios blasfeman. Pablo no sólo negó la deidad de Jesús, sino que intentó obligar a los cristianos a hacer lo mismo (Hechos 26:9-18). El pecado de David provocó que otros blasfemaran el nombre de Dios (2 Samuel 12:14). Y la familia de Jesús se negó a reconocer Su deidad (Marcos 3:21).

Las leyes civiles diseñadas para evitar la blasfemia han tenido resultados contradictorios. Científicos como Copérnico y Galileo fueron acusados de blasfemia por atreverse a plantear que la tierra no era el centro del universo. La inquisición española buscaba blasfemos para castigarlos. Juan Calvino y Martín Lutero fueron acusados de blasfemia y de apoyar la pena de muerte para los blasfemos. En muchos países europeos, donde se mezclaban el liderazgo religioso y el político, la blasfemia contra Dios era igualada a la traición contra el Estado.

Desde la perspectiva del judaísmo y el cristianismo, sólo se puede cometer una verdadera blasfemia contra el Dios verdadero; sin embargo, otras religiones también plantean acusaciones de blasfemia. Cuando Nabucodonosor arrojó a Sadrac, Mesac y Abed-nego al horno, los acusó esencialmente de blasfemia, en este caso, el acto de negar la deidad de Nabucodonosor (Daniel 3). Años después, cuando el rey Darío envió a Daniel al foso de los leones, fue por la misma razón (Daniel 6). Innumerables cristianos perdieron la vida en los primeros tiempos de la iglesia por negarse a adorar al emperador romano.

La protección del nombre y el carácter del Dios judío-cristiano por parte del Estado ha desaparecido. Gran Bretaña abolió las leyes sobre la blasfemia en 2007; la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU. anula efectivamente las leyes sobre la blasfemia, aunque los estados tenían tales leyes hasta 1952. En la actualidad, algunas de las campañas anti blasfemia más activas se realizan en nombre del islam. Algunas acusaciones, como los escritos despectivos y las imágenes que buscan encender la emoción, podrían considerarse legítimamente blasfemas desde el punto de vista de los musulmanes, mientras que otras acusaciones son inventadas. Con frecuencia, las acusaciones de blasfemia parecen tener una motivación personal, y van desde el deseo de conseguir un trabajo hasta una discusión sobre la propiedad. Ya que la "blasfemia" tiene una definición tan amplia, es fácil acusar a alguien.

Los cristianos de hoy tienen que caminar por una línea muy delgada cuando se encuentran con la blasfemia en el ámbito socio-político. En un mundo perfecto, todos reconocerían la soberanía y la santidad de Dios. Todo el mundo reverenciaría Su nombre y representaría apropiadamente Su carácter. Desafortunadamente, eso no va a ocurrir pronto. Tratar de legislar la blasfemia para que no exista sería una tontería. En los países multiétnicos, es muy posible que una ley contra la difamación de una religión conduzca a la protección de todas las religiones. Sin embargo, dado que los principios más básicos de una religión pueden considerarse blasfemos para un creyente de una fe diferente, es posible que nos encontremos con la imposibilidad legal de expresar incluso nuestras creencias básicas.

¿Cuál debería ser el punto de vista de un cristiano sobre el tema de la blasfemia? Por supuesto, debemos empezar por adorar a nuestro Dios como santo y hacer todo lo posible por representar Su verdadero carácter ante los demás. No obstante, la blasfemia tiene dos caras. Cuando tratamos con una persona cuyo "dios" no es un dios, debemos entender que, aunque es imposible blasfemar a alguien que no existe, debemos tratar de no ser deliberadamente crueles con otra persona. En la gran mayoría de los casos, no es necesario hacer comentarios intencionadamente despectivos sobre la creencia de otra persona. Efesios 4:15 dice que hay que decir la verdad en amor. La "verdad" implica que expliquemos las falsedades de la creencia contraria y la verdad de la nuestra. Ahora bien, "amor" significa que no insultamos por eso.



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