¿Cuál fue el hallazgo de Nag Hammadi? ¿Qué son los rollos de Nag Hammadi?

En 1945 se encontró una colección de pergaminos en la ciudad de Nag Hammadi, en el norte de Egipto. Desde entonces, estos pergaminos han recibido el nombre de "biblioteca de Nag Hammadi", "pergaminos de Nag Hammadi" o "códices de Nag Hammadi", y con frecuencia se dice que contienen los supuestos libros perdidos de la Biblia. El Evangelio de Felipe, el Apocalipsis de Adán y el Evangelio de Tomás son algunos ejemplos de los libros que contiene la biblioteca de Nag Hammadi. Estos libros son la base de lo que se denomina gnosticismo cristiano.

Las conspiraciones en torno a la Biblia dicen que estos libros fueron destruidos o censurados durante los primeros tiempos del cristianismo porque contenían "conocimientos secretos" que los discípulos de Jesús no querían que la gente conociera. Esto se contradice directamente con las Escrituras (1 Corintios 2:7). Los discípulos estaban deseosos de impartir la verdad a cualquiera que quisiera oírla, incluso la sabiduría "secreta" y "oculta" de Dios. Sin embargo, los gnósticos creían en otra sabiduría sobre Dios y Jesús, que iba acompañada de una serie de herejías, entre ellas la idea de que el cuerpo era malo y el espíritu bueno, lo que constituía una perversión del argumento de Pablo en Romanos 7. Al afirmar esta herejía, excusaban todos los pecados que cometían en la carne y se centraban únicamente en el conocimiento como señal de salvación. A esta forma de pensar, Pablo la califica de "envanecida " y arrogante (1 Timoteo 6:3-4). Los gnósticos eran un grupo que causó muchos problemas a los primeros cristianos. Al final de la primera carta de Pablo a Timoteo, éste hace lo que los eruditos consideran una referencia indirecta a los gnósticos, cuando dice: "evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe" (1 Timoteo 6:20-21).

Santiago también explica la diferencia entre la sabiduría de lo alto y la sabiduría demoníaca y no espiritual (Santiago 3:13-18). La principal diferencia es que la sabiduría de lo alto es humilde, mientras que la sabiduría terrenal se caracteriza por los celos y la ambición egoísta (v. 14-15). Una vez más, Pablo recuerda a los corintios que "el amor edifica" mientras que la sabiduría "infla". Todos estamos familiarizados con esta práctica. Cuando dejamos de centrarnos en Cristo y en Su obra en el corazón y nos enfocamos en el funcionamiento de la mente humana, las personas empiezan a compararse unas con otras, y empiezan a ver a las mentes religiosas más inteligentes, o más intelectuales, o más misteriosas como a quienes debemos seguir. Esto es tentador, pero no es cierto.

Buscar un conocimiento que sólo está al alcance de unos pocos selectos o afortunados es la trampa en la que cayeron los gnósticos en el siglo I, y es la misma en la que caemos muchos de nosotros hoy en día. No existe ningún "conocimiento secreto" al que sólo tengan acceso los sacerdotes o pastores o profesores o los extra-fieles. Dios está al alcance de todos por igual: ricos y pobres, inteligentes e incultos. Incluso Pablo dijo: "Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado" (1 Corintios 2:2). Pablo enseñó acertadamente que el énfasis debía ponerse en Cristo. Como líder de la iglesia, tanto antes como ahora, la gente debe buscar la redención en Cristo, la guía en Su Espíritu Santo y la sabiduría en Su Palabra. Sólo permaneciendo en Él podemos comprender lo que realmente necesitamos saber (1 Corintios 2:14-16; Juan 15:4).

Los hallazgos de Nag Hammadi son interesantes desde el punto de vista histórico. No obstante, los libros en sí son fraudulentos, no fueron escritos por las personas que dan nombre a los libros, contradicen el contenido de la Biblia y los primeros padres de la Iglesia los reconocieron rápidamente como falsos.