¿Qué es un maskil en el Libro de los Salmos?

Aunque la definición oficial de maskil en el Libro de los Salmos es incierta, los estudiosos de la Biblia han podido relacionar la palabra con la idea de sabiduría y/o enseñanza. También podría ser un término de interpretación musical, ya que aparece al principio del salmo al igual que los términos para las flautas (Salmo 5) o con instrumentos de cuerda (Salmo 54). Ya que la música generalmente evoca una emoción o una historia, puede tener tanto una referencia musical como un propósito espiritual. Por ejemplo, cuando los compositores quieren evocar un estado de ánimo sombrío, utilizan una tonalidad menor a un ritmo más lento. Podría ser que cuando los músicos veían el término maskil, entendían el estilo, el ritmo, la tonalidad y el propósito final de la pieza que iban a interpretar.

Hay 13 de los 150 Salmos con el término maskil (también escrito como maschil): Salmos 32, 42, 44, 45, 52, 53, 54, 55, 74, 78, 88, 89 y 142. De ellos, David escribió seis (Salmos 32, 52-55 y 142), los Hijos de Coré escribieron tres (Salmos 42, 44 y 45), Asaf escribió dos (Salmos 74 y 78), Hemán el ezraíta escribió uno (Salmo 88) y Etán el ezraíta escribió uno (Salmo 89).

El Salmo 42 es quizá uno de los maskils más conocidos de los Salmos. De los Hijos de Coré, es una meditación sobre sentimientos profundos de tristeza y angustia. Nos enseña a examinar esos sentimientos, pero luego a recurrir a lo que sabemos de Dios: "Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío" (Salmo 42:11b). Uno podría imaginarse que la música del salmo empezaría sombría, con un sentimiento de pesadez, pero al final, con esas últimas palabras de esperanza en Dios, acabaría radiante y triunfal.

Otros términos literarios y musicales son selah, higgaion y michtam. Aunque muchos creen que selah significa "hacer una pausa" (por ejemplo, en el Salmo 66). No deberíamos preocuparnos por no conocer el significado exacto de estas pocas palabras. Las verdades más profundas están en los salmos mismos, que comunican una riqueza de intercambio de oración y alabanza entre los hombres y Dios.

El Libro de los Salmos es el más extenso de la Biblia. Su dedicación a la meditación, el recuerdo, la música y la alabanza debería decirnos algo sobre Dios y Su corazón para este género literario. Experimentamos el poder de la música en la vida cotidiana, desde los anuncios y las películas hasta los conciertos y las listas de reproducción. La capacidad que tiene la música para alegrarnos, entristecernos, tranquilizarnos o regocijarnos es algo que los seres humanos aprendemos muy pronto. "Hay pocas cosas que estimulen el cerebro como lo hace la música", afirma un otorrinolaringólogo de Johns Hopkins (https://www.hopkinsmedicine.org/health/wellness-and-prevention/keep-your-brain-young-with-music). Dios, nuestro Creador, comprendió que la música ejerce una influencia especial sobre nosotros. Los Salmos son nuestra puerta de entrada al corazón del Creador para la música y la adoración.