Habla la Biblia sobre la forma en que Jesús se relacionaba con los niños?

En los evangelios vemos un poco de cómo se relacionaba Jesús con los niños. Marcos 10:13-16 dice: "Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía" (Ver también Mateo 19:13-15 y Lucas 18:15-17). Jesús quería interactuar con los niños. No se sentía demasiado importante u ocupado como para sentirse incomodado por ellos, por el contrario, los dejaba que se acercaran a Él. Incluso los puso como ejemplo, a lo que hemos llamado "fe como la de los niños".

Los niños participaron en muchos de los milagros de Jesús. Hubo niños en la alimentación de los 4.000 y en la de los 5.000 (Mateo 14:13-21; 15:32-38). Jesús sanó al hijo de un oficial en Capernaum (Juan 4:46-54). Expulsó un espíritu inmundo de la "hija pequeña" de una mujer sirofenicia (Marcos 7:24-30) y expulsó a un demonio de un niño afligido desde la infancia (Marcos 9:14-29). Resucitó a la hija de doce años de Jairo (Lucas 8:40-56). Los niños también estuvieron presentes y alabaron a Jesús en la entrada triunfal (Mateo 21:1-17). Es evidente que Jesús se preocupaba por los niños.

Con frecuencia, Jesús también utilizó a los niños en Sus ejemplos. Cuando Sus discípulos discutían sobre quién era el mayor entre ellos, Jesús dijo: "De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos" (Mateo 18:3-4). Jesús también utilizó la forma en que los padres terrenales cuidan de sus hijos para demostrar la profundidad del amor que Dios Padre nos tiene (Lucas 11:11-13). Juan 1:12-13 dice: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios". El Nuevo Testamento continúa este tema de ser hijos de Dios y poder conocer a Dios como nuestro Padre.

Aunque son escasas las descripciones detalladas de la interacción de Jesús con los niños, es evidente que Él afirmaba el valor de los niños. Se relacionó con ellos durante Su ministerio terrenal, utilizó algunas de sus cualidades como ejemplo y se refería a Sus seguidores como hijos de Dios.