¿Cuáles fueron las tentaciones de Jesús en el desierto y qué podemos aprender de ellas?
En Mateo 4:1-11, Marcos 1:12-13 y Lucas 4:1-13, los Evangelios registran que Jesús fue tentado por Satanás en el desierto después de un período de 40 días de ayuno, más específicamente de comida. Aunque Jesús fue tentado en otras ocasiones mientras estuvo en la tierra, este periodo de tiempo enfatizó la forma en que Jesús respondió a la tentación, tanto como ejemplo para otros como para demostrar Su capacidad de luchar contra la tentación y vencerla. Mateo y Lucas registran la primera tentación con respecto a la comida. Después de ayunar durante 40 días, Jesús evidentemente tenía hambre. Satanás decidió tentar a Jesús diciéndole que convirtiera las piedras en pan. Jesús respondió citando las palabras del Deuteronomio: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4).
Luego, Mateo relata que el diablo llevó a Jesús a la cima del templo judío de Jerusalén y le dijo que saltara desde allí (Lucas ubica esta tentación en tercer lugar). Satanás citó el pasaje del Antiguo Testamento que decía: "En sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra" (Mateo 4:6). La idea era que Jesús fuera rescatado milagrosamente en público, revelando Su gran poder a los que lo observaban. De nuevo, Jesús mencionó Deuteronomio, diciendo: "No tentarás al Señor tu Dios" (Mateo 4:7). Él sabía que esto sería hacer un mal uso del poder y una violación directa de la misión que Dios el Padre le había dado.
En la tercera tentación, " le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos" (Mateo 4:8). El diablo le dijo que le daría a Jesús autoridad sobre todos estos reinos si lo adoraba. Jesús se negó y le dijo al diablo: "Vete" (Mateo 4:10) citando nuevamente Deuteronomio por tercera vez, y diciendo: "Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás". El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían (Mateo 4:10-11).
Podemos hacer muchas observaciones sobre el significado y el propósito de las tentaciones de Jesús en estos pasajes. En primer lugar, Jesús reveló Su total humanidad. Tuvo hambre y luchó contra la tentación. Expresó Sus sentimientos, pensamientos y palabras tal como lo hacen los seres humanos en situaciones de tensión.
En segundo lugar, Jesús reveló Su deidad. Su capacidad para resistir la tentación fue claramente mostrada como superior a la de otras personas. Tenía un gran conocimiento de la Palabra de Dios e incluso tenía el poder de decirle a Satanás "Vete". Jesús fue tentado, pero permaneció sin pecado, demostrando Su divinidad.
En tercer lugar, Jesús ofreció un ejemplo de cómo lidiar con la tentación. Durante Sus luchas, citó la Palabra de Dios, reconoció los trucos del enemigo y enfatizó la adoración a Dios.
Estas tentaciones ofrecen una visión cercana tanto de la humanidad como de la deidad de Jesús. Sin embargo, también revelan una verdad importante sobre cómo podemos responder a las tentaciones hoy en día, confiando en Dios y en Su Palabra para mantenernos firmes contra los ataques de Satanás.
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