¿Qué era una imagen de Asera?

Una imagen de Asera era un madero sagrado (o a veces un árbol) que se usaba para adorar a la diosa pagana Asera. En el Antiguo Testamento muchas veces se menciona la imagen de Asera como una de las formas en que los israelitas pecaron contra el Señor y adoraron a otros dioses.

La primera vez que se menciona a imagen de Asera es en Éxodo 34:13: "Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera". A los israelitas se les ordenó destruir cualquier imagen de Asera que encontraran entre los otros pueblos de la tierra.

En Deuteronomio 16:21, el Señor ordenó al pueblo de Israel que no plantaran ninguno de sus propios árboles para Asera. Sin embargo, los israelitas no tardaron en desobedecer este mandamiento. En Jueces 3:7, leemos: "Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos del Señor, y olvidaron al Señor su Dios, y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera". En vez de obedecer los mandamientos de Dios, adoraron a los dioses del pueblo que Dios les había enviado a expulsar.

Tiempo después, Dios usó a Gedeón como uno de los jueces que se opondrían a esta práctica de las imágenes de Asera. Él cortó la imagen de Asera de su padre como respuesta al llamado de Dios a la reforma (Jueces 6:25-27). Muchos de los avivamientos en los libros de Reyes y Crónicas incluyeron la destrucción y remoción de las imágenes de Asera de entre el pueblo de Dios. En una ocasión, el rey Josías de Judá convirtió en polvo una imagen de Asera y esparció su polvo sobre los sepulcros de los muertos (2 Reyes 23:6).

Pero, ¿quién era Asera? Se la consideraba una diosa de la fertilidad. Algunos creen que la adoración de la Reina del Cielo condenada por el profeta Jeremías era también una referencia a la diosa Asera, aunque esto no está claro. Ciertamente, como diosa de la fertilidad, los que adoraban a Asera también solían participar en prácticas sexuales que el Dios de Israel prohibía.

Las imágenes de Asera también se conocían en las Escrituras como los "lugares altos". Probablemente esto se deba a la conexión que existía entre la adoración en las cimas de las colinas y las montañas. Especialmente después de la construcción del templo judío bajo el rey Salomón, a aquellos que preferían adorar a Asera en un lugar alto se les consideraba blasfemos contra el Señor, adorando a un dios diferente de maneras y en lugares diferentes a como lo establecía el Dios verdadero.

Las imágenes de Asera y la adoración de Asera iban en contra de la ley que Dios dio a Moisés. El uso que Israel hacía de estos objetos era pecaminoso y estaba en contradicción con las enseñanzas de Dios de adorar sólo al Señor (Éxodo 20) y de que sólo Él era Dios (Deuteronomio 6:4-5).