¿Cómo se nos revela Dios?

Dios se nos revela de muchas maneras.

Su Palabra
Sin duda, la Palabra de Dios es la mejor forma de aprender acerca de Él y de Él, porque en Su Palabra vemos ejemplos de todas las otras formas en que Él se nos revela. Su Palabra es lo que necesitamos para vivir (Mateo 4:4) porque nos ayuda a reconocer Su voz, Su carácter y a conocer Su corazón. Su carácter nunca cambia, así que la sabiduría y la revelación que obtenemos de la Palabra nunca va a disminuir en valor o importancia: "El consejo del Señor permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones" (Salmo 33:11). La Palabra de Dios siempre es relevante "Permanece tu palabra en los cielos" (Salmo 119:89).

Jesucristo - el Hijo de Dios
Jesús es Dios encarnado: "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad" (Juan 1:14). Nadie ha visto a Dios Padre, pero Jesús nos da a conocer a Dios Padre (Juan 1:18). Hebreos 1:3 dice de Jesús "Él es el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia". Cuando observamos la vida de Jesús, vemos que Dios se revela a través de cada acción.

El Espíritu Santo
"Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Juan 14:26). El Espíritu Santo nos enseña y nos ayuda a entender la Palabra y a poner en práctica sus principios, y así nos revela la naturaleza y el carácter de Dios de una manera mucho más profunda de lo que podríamos entender por nosotros mismos. El Espíritu Santo habita en todos los que han puesto su fe en Jesucristo (Efesios 1:13-14). Su presencia en nuestras vidas nos ayuda a ver mejor a Dios y a conocerlo.

Nuestra conciencia
Dios hace que nuestro corazón lo comprenda. Vemos la evidencia de esto en el hecho de que tenemos una conciencia humana, incluso antes de ser salvos (Romanos 2:14-15). Aun así, Dios desea que lo busquemos: "Para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros" (Hechos 17:27). Dios promete que quienes lo buscan lo encontrarán (Jeremías 29:13; Mateo 7:7-11).

Su creación
La belleza de la naturaleza que Dios ha creado y el orden por el que creó el universo es una forma en la que Él se revela a nosotros: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos" (Salmo 19:1). Romanos 1:19-20 dice que sólo la creación de Dios es una evidencia de Él: "Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa".

Una cosa que Dios nos revela en Su creación es que nos hace sentir nuestra propia pequeñez y Su grandeza. Si alguna vez has ido de excursión a las montañas, rodeado de árboles gigantescos y disfrutando de una amplia vista; si has contemplado un cielo nocturno estrellado; si has mirado un mar de aguas azules y has visto cómo las olas llegan a la orilla; es probable que hayas tomado conciencia de tu propia pequeñez y del milagro de que Dios se preocupe por ti.

El Salmo 8:3-5 expresa esta sensación de asombro:
"Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste,
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Le has hecho poco menor que los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra".

Otras personas
Cuando otras personas se preocupan por nosotros y nos tratan según las características del fruto del Espíritu, vemos que el carácter de Dios se nos revela a través de ellas (Gálatas 5:22-23). Somos capaces de distinguir que Dios se está revelando cuando ya tenemos un fundamento de que Él se está revelando a través de Su Palabra y a través de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. Cuando alguien nos demuestra una genuina bondad, o tiene paz frente a la crisis, vemos facetas del carácter de Dios que se nos revelan a través de ellos.

Dios siempre se nos está revelando, y a medida que lo busquemos y leamos Su Palabra, seremos más capaces de reconocerlo de todas las maneras en que se muestra en nuestras vidas.