¿Es Dios la primera causa?

A lo largo de la historia, los filósofos han buscado un argumento para demostrar la existencia o inexistencia de Dios. Uno de estos argumentos para la existencia de Dios, resumido por Tomás de Aquino, se conoce como el Argumento de la Causalidad. Aquino consideró la idea de causa y efecto, razonando que las cosas causadas en este mundo tenían que haber sido causadas por algo que fue causado por otra cosa que, a su vez, fue causada por otra cosa. Llegó a la conclusión de que este ciclo de causa y efecto no podía continuar lógicamente para siempre, por lo que debía haber algo que causara originalmente todo lo que no tiene causa, una primera causa.

Basándonos en las observaciones del mundo, sabemos que esta primera causa debe tener ciertas características. Por ejemplo, debe ser poderosa, eterna, necesaria, inmutable, inteligente y creativa. La primera causa debe ser lo suficientemente poderosa como para haber creado este universo. Debe ser eterna, sin principio ni fin. Debe ser necesaria, lo que significa que tiene que haber una primera causa cuya existencia no dependa de nada más. Debe ser inteligente y creativa para haber causado un mundo de diversidad y orden. Debe ser inmutable porque la primera causa no tenía nada antes que la influyera.

El Dios de la biblia cristiana cumple todos estos requisitos. Él estaba allí en el principio, antes de la creación, y sin Él nada de lo creado habría sido hecho (Salmo 90:2; Juan 1:1-3; Romanos 11:36). Él no ha cambiado desde el principio de los tiempos (Malaquías 3:6; Santiago 1:17). Su inteligencia supera con creces la nuestra (Isaías 55:8-9), y es más poderoso de lo que podríamos imaginar (Job 38-39). Algunos estudiosos rechazan este argumento porque la primera causa podría haber sido un dios diferente o un grupo de deidades. En este aspecto, el argumento no es suficiente para demostrar la existencia del Dios de la biblia, pero ciertamente constituye una parte de la prueba.

Es fácil ver que Dios es el causante sin causa, o la "Primera Causa". El primer versículo de la biblia revela esta realidad: "En el principio, creó Dios los cielos y la tierra" (Génesis 1:1). Incluso Jesús se presenta como la primera causa en Apocalipsis 22:13: "Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último". Dios estaba allí en el principio; creó la materia y la energía y el universo, poniendo en movimiento todas las estaciones, las rotaciones de la tierra y el fluir de los ríos, y dando vida a todo lo que existe. Él no sólo es la primera causa de la creación, sino que también es la primera causa de nuestra salvación. Él dio el primer paso para formarnos, y dio el primer paso para tener una relación con nosotros: "Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero" (1 Juan 4:19).