¿Dios odia el pecado? ¿Por qué?

Dios odia el pecado porque se opone a Su propia naturaleza y es obra del diablo (Juan 8:44). Dios describe el pecado como heridas y moretones (Isaías 1: 6), como una carga (Salmo 38: 4), como algo que corrompe (Tito 1:15), una gran deuda (Mateo 6: 12-15), una mancha (Isaías 1:18), y como oscuridad (1 Juan 1: 6).

Dios creó el mundo y lo llamó bueno. Sin embargo, Adán y Eva pecaron, trayendo juicio (Génesis 3). El pecado interrumpió la comunión de Adán y Eva con Dios y su relación entre ellos, así como su relación con la creación. El pecado es una perversión del bien que Dios creó. Dios odia el pecado porque trae muerte y separación (Romanos 6:23) mientras que Él anhela traernos vida (Juan 10:10).

Caín trajo una ofrenda inaceptable y luego mató a su hermano Abel por celos. Sus pecados fueron aborrecidos u odiados por Dios y trajeron juicio sobre él (Génesis 4).

Los pecados del mundo llevaron al juicio de Dios a través de un Gran Diluvio durante el tiempo de Noé (Génesis 6-8). Solo ocho miembros de la familia de Noé escaparon de esta ira. Incluso después del diluvio, Dios juzgó el orgullo de los hombres en la Torre de Babel (Génesis 11). Pronto llamaría a Abraham para comenzar un pueblo que se dedicaría a Él, más tarde conocido como Israel (Génesis 12: 1-3).

Los israelitas sirvieron como un ejemplo del odio de Dios hacia el pecado y Su perdón cuando se arrepintieron. Cuando Jesús vino, dio su vida para pagar el precio del pecado.

Los pecados de la humanidad le significaron a Dios un gran costo. Sin embargo, nos ofrece perdón y vida eterna a través de la fe en Su Hijo Jesucristo (Juan 3:16). Él anhela eliminar nuestro pecado y restaurarnos a una relación correcta con Él mismo.

Todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Este pecado lleva a la muerte y a la separación eterna de Dios (Romanos 6:23) para aquellos que no creen en Jesús por la fe (Efesios 2: 8-9). Isaías 59: 2 señala: "Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocultar su rostro para no escuchar." Sin embargo, Pablo señaló el cambio que Jesús puede traer: "¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!" (Romanos 7: 24-25).

Como cristianos, también debemos odiar el pecado como lo hace Dios. El pecado es engañoso y provoca la muerte (Santiago 1: 14-15). Estamos llamados a ser "hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad." (1 Tesalonicenses 5: 5). Dios nos ha llamado a ser santos (1 Pedro 2: 9).

Dios finalmente vencerá el pecado cuando haga nuevas todas las cosas al final de los tiempos. Habrá un nuevo cielo y una nueva tierra con el fin de la maldición del pecado sobre el pueblo de Dios (Apocalipsis 21-22).