¿Qué significa que Dios es grande?

Cuando a las personas o a las cosas las definimos como excelentes, significa que son "de una extensión, intensidad, capacidad, calidad o excelencia considerablemente superior a lo normal o a la media". Si uno es excelente, es de un calibre superior al de los que le rodean. La grandeza de Dios está más allá de nuestra comprensión (Salmo 145:3), y porque Él es Dios, Su grandeza está en una categoría propia: "Porque el Señor vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible" (Deuteronomio 10:17; ver también 2 Reyes 17:36; Salmo 95:3). Dios es más grande que cualquier ser humano al que consideremos grandioso. Él es digno de nuestra adoración: "Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; solo tú eres Dios" (Salmo 86:10).

En la Biblia se menciona la grandeza de Dios y de Sus obras (por ejemplo, Salmo 96:4; 135:5; Job 5:8-9; 9:10; 1 Crónicas 16:24; 29:11). Además, usamos "grande" para enfatizar el máximo nivel de las cualidades del carácter de Dios, como por ejemplo:

- Amor - "¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios!" (1 Juan 3:1, NVI),
- Paciencia (Romanos 9:22),
- Poder (Isaías 63:1),
- Misericordia (1 Pedro 1:3), y
- Fidelidad (Lamentaciones 3:22-23).

En toda la Biblia, Dios hizo grandes milagros que trajeron libertad (Éxodo 14:13-22), sanidad (Lucas 9:42-43) y salvación (Juan 3:16). El poder de Dios es grande e inigualable (Efesios 1:19). Jesús es nuestro gran Sumo Sacerdote (Hebreos 10:21). El Espíritu Santo es poderoso y nos proporciona libertad, poder, sabiduría y esperanza (2 Corintios 3:17; Hechos 1:8; Isaías 11:2; Romanos 15:13).

Al ser Dios el creador de todo lo que existe, Él existe fuera de nuestro ámbito de tiempo y espacio. Es superior a Su creación (Isaías 40:13; 1 Corintios 1:27). La creación es finita, pero Dios es infinito (Salmo 90:2). Nadie es tan grande como Dios (Salmo 71:19). Nuestra respuesta a la grandeza de Dios debe ser la alabanza: "Alabadle por sus proezas; alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza". (Salmo 150:2).