¿Acaso Dios creó el mal?

Dios es el Creador del mundo. Y no sólo eso, es el Creador del cosmos y de toda la realidad. Él no está limitado a la realidad a la que los humanos tienen acceso, aunque sí la diseñó e hizo que existiera. Todo lo que los humanos experimentan existe porque el poder de Dios hace que todas las cosas permanezcan unidas. Si esto es así, ¿a qué se debe el origen y la continuación del mal? Si Dios lo hizo todo y lo mantiene unido, ¿es también responsable del mal?

Mirando las cosas desde una perspectiva humana, tendría sentido. Si Dios creó todas las cosas, debe haber creado el mal. Sin embargo, el mal no es una "cosa" así como una piedra o un perrito. Así como el frío es la ausencia de calor, el mal es simplemente la ausencia del bien. Por lo tanto, lo único que se necesitaba era crear el bien para que apareciera su opuesto. Aunque la creación de Dios era buena, puso en ella a dos humanos con voluntad, la opción de obedecer o rebelarse. Lamentablemente, escogieron lo segundo. Así como Lucifer se rebeló contra Su perfecto Creador en un cielo perfecto, Adán y Eva eligieron rebelarse contra Él y como consecuencia de esas rebeliones nació el mal.

Esta es la definición del mal: el rechazo del propósito y del sistema operativo que Dios quería para Su creación. La existencia del "mal" requiere la norma de una autoridad externa. Esa autoridad es el Creador-Dios. Su propósito, Su estándar como Creador, por definición es bueno. Él no es un programador de computadoras imperfecto que constantemente tiene que hacer actualizaciones. Sus caminos son perfectos, y Su creación refleja Su carácter. Cualquier cosa que no refleje el carácter y el propósito del Creador es, por definición, incorrecta, o mala.

La verdadera pregunta sobre el mal es: ¿Por qué Dios permitió a Satanás y a los otros ángeles caídos y a los dos primeros seres humanos la elección de rechazarlo? No conocemos la mente de Dios, pero como ser omnisciente, Él sabía de la rebelión mucho antes de que ocurriera. Sin embargo, esto no quiere decir que Él haya creado el mal, aunque sí lo permitió. Si no lo hubiera hecho, no sería soberano. La única conclusión a la que podemos llegar es que el propósito de Dios era crear un mundo en el que Su gloria se pudiera manifestar en toda su plenitud, y eso incluía que permitiera la existencia del mal. El universo fue creado para mostrar la gloria de Dios (Salmo 19:1), y la ira de Dios se revela contra aquellos que no glorifican a Dios (Romanos 1:23), así como Su gloria se muestra a través de Su misericordia y amor hacia las criaturas caídas.

La gloria de Dios se manifiesta cuando Sus atributos están perfectamente visibles, y la historia de la redención, que exige la existencia del mal, forma parte de ello. Al final, Dios será glorificado cuando Su pueblo elegido lo adore por toda la eternidad con los ángeles, y los malvados también glorificarán a Dios cuando Su justicia y rectitud finalmente sean reivindicadas por el castigo eterno de todos los pecadores que no se arrepientan (Filipenses 2:11). Nada de esto podría haber ocurrido sin la rebelión de Satanás y la caída de Adán y Eva. Dios no creó el mal, pero lo permitió para cumplir Su propósito perfecto.