¿Qué significa estar ungido?
La unción era una antigua práctica cultural común. Los pastores solían derramar aceite sobre las cabezas de sus ovejas para protegerlas de los insectos que se introducían en sus orejas y las mataban, lo que hizo que la unción se convirtiera en un símbolo de bendición, protección y fortaleza. El pueblo judío ungía el altar cuando hacía sacrificios. Desde el punto de vista espiritual, la unción estaba relacionada con la idea de fortaleza o bendición. Los sacerdotes eran ungidos con aceite, y tiempo después Samuel ungió a Saúl y luego a David como reyes de Israel. Esta unción significaba que una persona era escogida entre otras personas. En el Nuevo Testamento, se nos dice que Dios ungió a Jesús con el Espíritu Santo: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres" (Lucas 4:18). Y Hechos 10:38 continúa: "Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret". Hechos 4:26-27 llama a Jesús el Ungido de Dios. Este era un término utilizado para enfatizar a Jesús como el escogido de Dios.
Además de que los líderes del Antiguo Testamento y Jesús fueron ungidos, el apóstol Pablo habló de una unción para todos los cristianos: "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones" (2 Corintios 1:21-22). En principio, puede parecer que Pablo sólo se refiere a sí mismo y a los que están con él como ungidos. Sin embargo, dice que el Espíritu Santo dentro del creyente está relacionado con la unción de Dios. Todo cristiano es ungido o escogido por Dios como Su hijo, apartado para Él para actos de servicio (Efesios 1:1-14; 2:10; 1 Pedro 2:9).
En 1 Juan 2:20 también encontramos este concepto de que todos los cristianos están ungidos por Dios: "Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas". El versículo 27 añade: "Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él".
Hoy en día, algunas personas hablan de ciertos cristianos como "ungidos". Al hacerlo, por lo general utilizan el concepto del Antiguo Testamento de que alguien es apartado o se destaca como una persona especialmente bendecida por Dios. Mientras que parece que Dios bendice a algunas personas con dones ministeriales de manera más visible que otras, el término "ungido" no es el más adecuado para describir esta situación. De nuevo, todos los creyentes están ungidos por Dios, o son especialmente escogidos por Él.
Los que tienen dones de liderazgo sirven según sus dones, al igual que otros que pueden servir con dones quizás menos visibles, como la misericordia o el estímulo, sirven según sus dones (Romanos 12:3-8). Así como enseña Romanos 12:4-5: "Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros".
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