¿Por qué es tan importante la tumba vacía?
Los cristianos creen que Jesús al tercer día resucitó de la tumba en la que fue enterrado y está vivo. ¿Por qué es tan importante la tumba vacía? Primeramente, el hecho de que el cuerpo de Jesús haya desaparecido es una evidencia que respalda la enseñanza apostólica de que Jesús está vivo. Los opositores podrían haber acabado fácilmente con los primeros relatos de Jesús resucitado simplemente por encontrar Su cuerpo. Incluso cuando Pedro predicó en Pentecostés en Jerusalén cincuenta días después de la muerte de Jesús, nadie cuestionó su afirmación de que la tumba estaba vacía. La pregunta era qué había pasado con el cuerpo. Mateo 28:11-15 indica que el relato alternativo dado por los opositores era que los discípulos habían robado el cuerpo. Sin embargo, once hombres sin formación militar no habrían sido capaces de derrotar a los guardias romanos en la tumba.
En segundo lugar, la ubicación de la tumba era bien conocida tanto por los discípulos como por los enemigos de Jesús. José de Arimatea era miembro del Sanedrín judío y muy respetado en la comunidad. Los que querían verificar la historia de la tumba vacía podían visitar fácilmente el lugar.
En tercer lugar, los cuatro relatos evangélicos indican que la tumba vacía fue descubierta primero por mujeres. Esto es muy importante en dos aspectos. Uno de ellos es que pone de manifiesto el miedo de los discípulos varones. En lugar de visitar la tumba, se reunieron en una casa a puerta cerrada. Además, en la antigüedad el testimonio de una mujer contaba menos que el de un hombre. Si la historia de la tumba vacía hubiera sido inventada, los hombres habrían sido sin duda los primeros en descubrirla.
En cuarto lugar, la tradición de la tumba vacía es muy antigua, tanto en la literatura bíblica como en la extrabíblica. Pablo escribió 1 Corintios en los años 50 d.C., sólo unos veinte años después de que hubiera ocurrido la resurrección. Sin embargo, afirmó que 500 personas habían visto a Jesús vivo y que la mayoría aún vivía (1 Corintios 15). Además, había recibido la información de Pedro, Santiago y Juan después de su conversión, entre tres y cinco años después de la resurrección. En la literatura extrabíblica, el historiador judío Josefo mencionó a Jesús en el siglo I como alguien cuyos seguidores creían que seguía vivo. Varios escritores del siglo II hablaron de la resurrección como una creencia cristiana fundamental.
En los casos legales, generalmente se espera que las pruebas provengan de fuentes acreditadas y de varias procedencias. En el caso de la tumba vacía, se cumplen ambos requisitos. En los escritos antiguos se habla de numerosos testigos oculares que tenían conocimiento de la tumba vacía. Fuentes fidedignas, tanto seguidores de Jesús como opositores, sabían perfectamente que la tumba estaba vacía.
¿Por qué estaba vacía la tumba? Los opositores afirmaron que el cuerpo fue robado, pero muchos de los hombres acusados de robar el cuerpo mantuvieron su creencia de que Jesús resucitó a pesar de la persecución y la muerte. No se ha presentado ninguna alternativa viable sobre el paradero del cuerpo de Jesús. Aunque la creencia en la resurrección es sobrenatural, la evidencia apunta a una tumba vacía, un cuerpo desaparecido, múltiples relatos de testigos oculares de un Jesús resucitado, y en consecuencia muchas vidas cambiadas. Todas las pruebas apuntan a la autenticidad de la creencia cristiana de que la tumba estaba vacía porque Jesús volvió a la vida al tercer día, demostrando ser el Mesías.
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