Facebook
Twitter
Pinterest
Email
Algunos estudiantes de la profecía bíblica hacen referencia a una "trinidad satánica". Este concepto proviene de Apocalipsis 12 y 13, que describe a tres seres malvados que engañarán a muchos en el tiempo del fin. Estos tres seres son Satanás, el Anticristo y el Falso Profeta.
Satanás es un imitador y un impostor. Una de las formas en que engaña a las personas es presentando copias inferiores de lo real. En los últimos días, Satanás formará una trinidad falsa. Él hará el papel de Dios el Padre; el Anticristo representará al Hijo, hasta el punto de ser sanado de una "herida mortal" (Apocalipsis 13: 3); y el Falso Profeta asumirá el papel del Espíritu Santo, glorificando al Anticristo. Satanás siempre ha querido ser "como el Altísimo" (Isaías 14:14), y esta falsa deidad es otro intento de fabricar la divinidad para sí mismo.
Satanás se encuentra en la Biblia de principio a fin. En Génesis 3, él es la serpiente en el jardín. En Apocalipsis 12: 9, Satanás es " el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña al mundo entero. Junto con sus ángeles, fue arrojado a la tierra."
El Anticristo también se discute en Apocalipsis 12 y 13, pero allí se lo representa como el primero de dos bestias; el Anticristo es "la bestia" que sale "del mar". El nombre "Anticristo" solo se usa en 1 Juan y 2 Juan. Ahí encontramos que:
-el Anticristo viene: "Queridos hijos, esta es la hora final, y así como ustedes oyeron que el anticristo vendría, muchos son los anticristos que han surgido ya. Por eso nos damos cuenta de que esta es la hora final." (1 Juan 2:18).
-el Anticristo niega al Padre y al Hijo: ¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo." (1 Juan 2:22).
-El espíritu del Anticristo niega que Jesús sea de Dios: "Todo profeta que no reconoce a Jesús no es de Dios, sino del anticristo. Ustedes han oído que este viene; en efecto, ya está en el mundo" (1 Juan 4:3).
-Anticristo niega que Jesús haya venido en un cuerpo físico: "Es que han salido por el mundo muchos engañadores que no reconocen que Jesucristo ha venido en cuerpo humano. El que así actúa es el engañador y el anticristo." (2 Juan 1: 7).
Apocalipsis 13: 1-8 describe las actividades del Anticristo:
“Entonces vi que del mar subía una bestia, la cual tenía diez cuernos y siete cabezas. En cada cuerno tenía una diadema, y en cada cabeza un nombre blasfemo contra Dios. La bestia parecía un leopardo, pero tenía patas como de oso y fauces como de león. El dragón le confirió a la bestia su poder, su trono y gran autoridad. Una de las cabezas de la bestia parecía haber sufrido una herida mortal, pero esa herida ya había sido sanada. El mundo entero, fascinado, iba tras la bestia y adoraba al dragón porque había dado su autoridad a la bestia. También adoraban a la bestia y decían: «¿Quién como la bestia? ¿Quién puede combatirla?»
A la bestia se le permitió hablar con arrogancia y proferir blasfemias contra Dios, y se le confirió autoridad para actuar durante cuarenta y dos meses. Abrió la boca para blasfemar contra Dios, para maldecir su nombre y su morada y a los que viven en el cielo. También se le permitió hacer la guerra a los santos y vencerlos, y se le dio autoridad sobre toda raza, pueblo, lengua y nación. A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida, el libro del Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.”
Muchas interpretaciones se han ofrecido con respecto a los diez cuernos, siete cabezas y diez diademas en sus cuernos. Sin embargo, lo que está claro es que durante un período de 42 meses (la mitad de la futura tribulación de siete años), este Anticristo servirá como un líder mundial que blasfema contra Dios, su nombre y el cielo. Fortalecido por Satanás mismo, perseguirá a los "santos" (probablemente personas que se vuelven a Cristo durante el período de la tribulación) y los "conquistará" (lo que resultará en la muerte de muchos creyentes). No solo gobernará la tierra, sino que también exigirá que cada persona lo adore.
El Falso Profeta es la "segunda bestia" que se eleva "fuera de la tierra". El Falso Profeta se describe en Apocalipsis 13: 11-18:
“Después vi que de la tierra subía otra bestia. Tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como dragón. Ejercía toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hacía que la tierra y sus habitantes adoraran a la primera bestia, cuya herida mortal había sido sanada. También hacía grandes señales milagrosas, incluso la de hacer caer fuego del cielo a la tierra, a la vista de todos. Con estas señales que se le permitió hacer en presencia de la primera bestia, engañó a los habitantes de la tierra. Les ordenó que hicieran una imagen en honor de la bestia que, después de ser herida a espada, revivió. Se le permitió infundir vida a la imagen de la primera bestia, para que hablara y mandara matar a quienes no adoraran la imagen. Además logró que a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente, de modo que nadie pudiera comprar ni vender, a menos que llevara la marca, que es el nombre de la bestia o el número de ese nombre. En esto consiste[a] la sabiduría: el que tenga entendimiento, calcule el número de la bestia, pues es número de un ser humano: seiscientos sesenta y seis.”
Este Falso Profeta parecerá ser gentil (como un cordero) pero hablará inicuamente (como un dragón). Hará que la gente adore al Anticristo, realice grandes señales y obligue a las personas a adorar la imagen del Anticristo. Finalmente, requerirá que todas las personas obtengan una especie de marca en la mano derecha o frente. Sin esta marca, la gente no podrá comprar o vender nada.
Esta trinidad satánica (Satanás, el Anticristo y el Falso Profeta) es lo opuesto al verdadero Dios Triuno que consiste en el Padre, el Hijo y el Espíritu. Los seres malvados que componen la trinidad satánica causarán mucha devastación, pero su poder estará limitado a un corto período de tiempo. Al final de su gobierno, Jesús regresará en victoria y finalmente establecerá un cielo nuevo y una tierra nueva. Todo mal se eliminará, y Dios morará con su pueblo para siempre (Lucas 1: 32-33, Isaías 60:21).