¿Qué es la teología del Antiguo Testamento?

La teología del Antiguo Testamento es el estudio y la comprensión de cómo Dios se reveló a las personas a lo largo de la historia desde el comienzo de la vida hasta la venida de Su Hijo, Jesucristo.

A través de una serie de pactos, primero con Adán, luego con Noé, Abraham, el pueblo de Israel a través de Moisés y David, Dios estableció relaciones diseñadas para revelarse a Sí mismo, Su carácter, Sus atributos y lo que está haciendo en el mundo.

El tema principal en el Antiguo Testamento es que es Dios quien inicia la relación con las personas, que culmina en el Mesías venidero. En Jeremías, las profecías alcanzan un punto culminante en la revelación de un nuevo pacto venidero. El escritor de Hebreos vincula esto más fuertemente con la llegada y la vida de Jesucristo.

Aunque escritos por miles de años por muchas personas, los libros del Antiguo Testamento contienen una presentación organizada de la creación de Dios, la rebelión de la humanidad contra Él y sus acciones para restablecer esta relación con la humanidad. Esta revelación comienza en el primer versículo: "Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra." (Génesis 1: 1). Las personas de fe aplican esa fe a este versículo y a la aceptación de toda la Escritura que sigue a través de Apocalipsis, como la verdad de Dios.

"Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, 17 a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra." (2 Timoteo 3: 16–17).

Las Sagradas Escrituras testifican que Dios usó escritores a lo largo del tiempo para comunicar su deseo y plan para las personas. "Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo." (2 Pedro 1:21).

Juan poéticamente vincula a Jesús con esta Palabra eterna de Dios, equiparándolo con Dios, como el creador, el disipador de la oscuridad y atemporal (Juan 1: 1–5). Jesús se vincula a esta verdad en Juan 14: 6: "Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí."

El Antiguo Testamento establece una historia marco a través de la cual entendemos quién es Dios, la naturaleza humana pecadora, nuestra necesidad de un Salvador y la promesa de Dios de redimir. Su enfoque principal es cómo Dios interactuó con la nación de Israel, su pueblo elegido a través del cual eligió revelarse al mundo. El Antiguo Testamento da imágenes vívidas de la justicia, gracia, misericordia y amor de Dios. Proporciona esperanza para la redención, que Dios ofrece a través de Jesucristo (Juan 3: 14-18; Efesios 2: 8-9; Hechos 4:12).