¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo 'si es posible, pase de mí esta copa'?

En el huerto de Getsemaní, antes de ser traicionado, arrestado y enfrentarse a la agonía de Su muerte, Jesús ora tres veces al Padre: "...si es posible, pase de mí esta copa..." (Mateo 26:39). La "copa" es una referencia simbólica al sufrimiento y la angustia que Jesús iba a soportar. Jesús tendría que beber toda la copa y, sabiendo lo amargo y difícil que sería, ora para que la copa pase de Él, si es posible. En la misma oración, Jesús dice: "pero no sea como yo quiero, sino como tú", lo que muestra Su disposición a beber la copa en su totalidad y Su total sumisión a la voluntad de Dios (cf. Filipenses 2:8).

Los discípulos y Jesús acababan de celebrar la Pascua en el aposento alto. Como parte de esa cena, se bebía de cuatro copas. Jesús toma la copa después de la cena, que tradicionalmente es la tercera copa y que se conoce como la copa de la redención o de la bendición, y le da un nuevo significado. Dice: "Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada". Al utilizar esta copa en particular como símbolo del nuevo pacto, Jesús se basa en la promesa que se encuentra en Jeremías 31:31-34. En ese pasaje, Dios prometió un nuevo pacto con Su pueblo para reemplazar el que habían quebrantado del pacto mosaico). En el nuevo pacto, Dios prometió que: "... Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo" (Jeremías 31:33). En la Última Cena, Jesús declara que el nuevo pacto sería ratificado con Su sangre. Así como el antiguo pacto requería el derramamiento de sangre (Éxodo 24:8), el nuevo también. Para comprar nuestra redención, Jesús tuvo que sacrificarse en la cruz. Fue una copa amarga la que tuvo que beber para salvarnos de nuestros pecados. (Para conocer otra referencia a una "copa" como símbolo de sufrimiento, ver Marcos 10:38-39).

La humanidad de Jesús se puede ver claramente cuando ora: "Si es posible, pase de mí esta copa". La lucha de lo que iba a enfrentar era intensa, y Jesús estaba luchando contra la carne. Su deseo de evitar la copa "si es posible" expresa el deseo humano natural de evitar el dolor y el sufrimiento. Jesús era completamente Dios y completamente hombre (Hebreos 2:17). Ser totalmente divino no eximió a Jesús de experimentar la agonía de la muerte. Jesús sabía que tendría que ser molido y "traspasado por nuestras transgresiones" y herido para nuestra sanidad (Isaías 53:5-10). Quería que se cumpliera la voluntad del Padre, pero Su humanidad temía los azotes, las burlas y la agonía física que iba a sufrir, por no hablar de la culpa que iba a soportar como portador de nuestros pecados. "El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" (Mateo 26:41).

La petición de Jesús de "si es posible, pase de mí esta copa" fue una respuesta muy humana a la tortura que le esperaba. Jesús no vaciló en Su decisión de hacer la voluntad del Padre. Estaba comprometido a completar todo lo que el Padre le había enviado a hacer. ¿Podría completarse el plan de salvación de Dios de otra manera? Los acontecimientos que ocurrieron después de esta oración demuestran que no había otra manera. La única manera de ofrecer la salvación y la redención a la humanidad era que Jesucristo, el sacrificio perfecto, experimentara plenamente el juicio de Dios contra el pecado. Era imposible para Él evitar la copa. A pesar del tormento que soportó, Jesús bebió plenamente esa copa amarga para que nosotros pudiéramos ser libres y perdonados, según la voluntad de Dios.