¿El sexo está destinado solo a la procreación o las parejas casadas pueden tener sexo solo por placer?
Primero, el mensaje obligatorio: La Biblia es clara en que Dios diseñó a las personas para tener relaciones sexuales solo en el contexto del matrimonio. El sexo fuera del matrimonio es incorrecto, ya sea por placer o por cualquier otro propósito (1 Corintios 6:18). En ninguna parte la Biblia se prohíbe el sexo por placer. De hecho, el Cantar de los Cantares aprueba el sexo por placer. El origen de la postura de la iglesia contra el sexo por placer es un poco complicada y no está bien documentada hasta el siglo XVI. El Concilio de Trento (1546) declaró que el amor concupiscentiae, o anhelo sensual (es decir, lujuria), no era pecado en sí mismo, sino que tenía el potencial de llevar al pecado. Finalmente, la Iglesia Católica decidió formalmente que el sexo con el único propósito de placer no era apropiado. No necesariamente por el problema del control de la natalidad, aunque insisten en que todo encuentro sexual debe estar abierto a la posibilidad de un embarazo, sino porque el acto sexual es una expresión de adoración del amor, el sacrificio y de la unión de la relación matrimonial.
Esto es más profundo y más rico que el sexo por placer, y ciertamente es bíblico apreciar el sexo como una manifestación física de la declaración de Dios de que "[el esposo y la esposa] serán una sola carne" (Génesis 2:24-RVR1960). Este punto de vista también es apoyado por 1 Corintios 7: 3-5. Las personas que buscan sexo simplemente por placer físico, incluso dentro de un matrimonio, no están ejemplificando el espíritu de sumisión mutua que Dios quería. El sexo debe ser parte y un resultado de una relación matrimonial amorosa, no simplemente una liberación física.
Pero cuando el tema del "sexo por placer" se aborda en los tiempos modernos, por lo general se encuentra dentro del contexto del control de la natalidad, y aquí la Biblia tiene poco que decir. La Biblia no está en contra del uso juicioso del control de la natalidad. Además, en ninguna parte la Biblia dice que una pareja físicamente infértil no debe tener relaciones sexuales. De esa manera, está perfectamente permitido que una pareja tenga relaciones sexuales por razones distintas al intento de tener un hijo.
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