¿Pueden ir al cielo las personas con trastornos mentales? ¿Las personas con trastornos mentales / con discapacidades / inválidas se salvan?
La Biblia no hace ninguna afirmación directa con respecto a la vida después de la muerte de aquellos que tienen problemas mentales que, por lo menos desde nuestra perspectiva, les impediría comprender claramente y creer en Jesús como Salvador. Así que no hay una respuesta clara a esta pregunta sobre la que podamos ser dogmáticos. Ahora bien, apoyándonos en ciertos pasajes y en el carácter de Dios, muchos creen que aquellos que no pueden depositar su fe en Jesús por causa de la edad o la capacidad mental, quedarán cubiertos por la gracia de Dios. Algunos citan 2 Samuel 12:23, donde el hijo recién nacido de David enferma y muere. Cuando le preguntaron sobre lo sucedido y sobre su reacción, David respondió: "¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí". David estaba seguro de que algún día volvería a ver a su hijo en el cielo. Otros muestran ejemplos de la bondad y la compasión de Dios, sobre todo en relación con las conversaciones de Jesús con los niños y las personas indefensas de Su época. De hecho, Dios muestra una gran compasión por todos los necesitados y le pide a Su pueblo que haga lo mismo (Miqueas 6:8; Santiago 1:27). Él no es un Dios que pasa por alto a los desvalidos (Salmo 10:12-15). De hecho, la salvación de cualquier persona es el resultado de la inmensa gracia y misericordia de Dios; nadie puede salvarse a sí mismo (Romanos 5:6-11; Efesios 2:1-10).
Otros destacan la realidad de la justicia de Dios. Ante Moisés, Dios se describió a sí mismo como "El SEÑOR, el SEÑOR, fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación" (Éxodo 34:6-7). Deuteronomio 32:4 describe a Dios como "la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él". Primera de Pedro 2:23 describe a Dios como el "que juzga justamente". Primera de Samuel 16:7 indica que Dios ve el corazón de una persona. Podemos afirmar con confianza que Dios ve exactamente el corazón de cada persona y la juzga con justicia.
Hay que reconocer que la verdad esencial del Evangelio es bastante sencilla y que la Biblia es clara en cuanto a la necesidad de compartir las buenas nuevas de Jesús con todas las personas (Mateo 28:18-20). No debemos permitir que nuestras percepciones sobre la capacidad mental de otra persona nos disuadan de compartir con ella la verdad sobre Dios. Sólo Dios puede ofrecer la salvación, y sin embargo ordena a los creyentes que compartan Su mensaje de esperanza y lo vivan entre todas las personas. Esto claramente incluye a aquellos con discapacidades intelectuales o mentales de todo tipo.
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