¿Quién puede bautizar a otra persona?
La Biblia no nos da instrucciones específicas sobre quién puede bautizar a otra persona. Sin embargo, hay algunas directrices que nos pueden ayudar. Primero, es claro que la persona que bautiza a otra debe ser cristiana. Una persona que es atea o pertenece a otro grupo religioso no debe bautizar a cristianos.
Segundo, los líderes de la iglesia tradicionalmente bautizaban a las personas en el Nuevo Testamento. Esto no era solamente para los ancianos o pastores, sino que también incluía a misioneros como Pablo y sus colaboradores quienes realizaban bautismos durante sus actividades misioneras. El líder de la iglesia Felipe también bautizó a un etíope en Hechos 8:36-39.
En tercer lugar, la Gran Comisión fue originalmente dada a aquellos que estaban con Jesús antes de que ascendiera al cielo, pero se aplica a todos los creyentes. Enseña que debemos hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos... (Mateo 28:19). En este contexto amplio, cualquier cristiano que lleve a otra persona a la fe en Cristo podría eventualmente bautizar a alguien.
Cuarto, no hay requisito de edad o género para aquellos que pueden bautizar a otros.
Quinto, la iglesia local es responsable de garantizar que los bautismos se lleven a cabo de tal manera que honren a Dios. En otras palabras, tu iglesia local puede incluir requisitos más allá de lo que la Biblia enseña como parte de su empeño por realizar los bautismos de una manera honorable. Esto no necesariamente es malo, sino que es más bien un intento de realizar los bautismos de una manera apropiada.
Curiosamente, las Escrituras no se enfocan mucho en la persona que bautiza a los cristianos. Juan 4:2 enseña: "aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos". Jesús hizo que Sus discípulos bautizaran a Sus seguidores en lugar de hacerlo él mismo. Aparentemente Pablo tampoco bautizó personalmente a muchas personas. En 1 Corintios 1:14-16 leemos: "Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro". Parece que Pablo permitió que otros creyentes bautizaran a personas como parte del servicio que prestaban a la iglesia.
El bautismo es importante, pero la persona que bautiza no esta especificada con detalle en las Escrituras. Muchas personas diferentes estuvieron involucradas en los bautismos en el Nuevo Testamento. Por otra parte, la iglesia local también juega un papel importante en esta tarea. El pastor de la iglesia local puede brindar instrucciones adicionales al respecto.
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