¿Cuál es la historia bíblica de la humanidad primitiva?

En resumen:

La historia bíblica de la humanidad primitiva comienza con la creación de Dios, la caída de la humanidad y la obra de Dios para redimir y restaurar lo que el pecado ha destruido. A lo largo de la humanidad primitiva, la gracia de Dios se hace evidente, apuntando hacia Su plan final de redención a través de Jesús.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La Biblia es la historia de Dios y Su interacción con Su creación. Específicamente, es la historia de cómo la humanidad cayó sin esperanza de redimirse y cómo Dios proveyó a Jesús como el camino de redención. La obra redentora de Dios en la humanidad primitiva comienza con la creación, donde hizo a Adán y Eva a Su imagen y les dio dominio sobre la tierra (Génesis 1:27-28). A pesar de su pecado en el jardín del Edén, Dios prometió un futuro Redentor que aplastaría la cabeza de la serpiente (Génesis 3:15). Incluso en su rebelión, Dios mostró misericordia vistiendo a Adán y Eva y protegiéndolos de la corrupción eterna (Génesis 3:21-24). Cuando la maldad de la humanidad alcanzó su punto álgido, Dios preservó a Noé y su familia, preservando un remanente a través del diluvio para reiniciar la humanidad (Génesis 6:9-9:19). A lo largo de estos acontecimientos, la gracia y la justicia de Dios fueron evidentes, señalando continuamente hacia Su plan final de redención a través de Jesucristo.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La época relatada en el Génesis tiene muchas lecciones para ti, pero una de las más significativas es lo rápido que la gente puede dar la espalda a Dios. Adán y Eva caminaban con Dios y hablaban directamente con Él, pero su hijo cometió el primer asesinato. Según las genealogías del Génesis, Adán aún vivía en la época de Matusalén y Lamec; Noé nació unos 130 años después de la muerte de Adán. Sin embargo, el pueblo era tan malvado que Dios tuvo que destruirlo. Noé aún vivía cuando nació Abraham. Sin embargo, durante ese tiempo, Dios tuvo que dividir las lenguas y las tribus para mitigar el alcance de la maldad del pueblo. Mientras Noé vivía, se crearon nuevas religiones, que asignaban poderes y autoridades a dioses que no existían, y que perduraron en las épocas de los egipcios, griegos y romanos (se cree que la diosa Ishtar, que aparece en la Epopeya de Gilgamesh, llegó a inspirar a Venus y Afrodita). Aunque la historia del diluvio se difundió con las tribus de Babel, a menudo se distorsió hasta hacerse irreconocible. A pesar de la rebelión y el continuo pecado de la humanidad, el Su plan de redención y restauración de Dios prometido en Génesis 3:15 continuó. Su fidelidad y amorosa bondad llevó a vestir a Adán y Eva, a protegerlos de vivir en un estado continuo de pecado y de la maldición del pecado, mostrando gracia a Caín, salvando a las personas de sí mismas, salvando a Noé y su familia, prometiendo no volver a inundar la tierra, etc. La historia bíblica de la humanidad primitiva está llena de garantías del carácter de Dios —especialmente de Su bondad y soberanía— que te dan esperanza para ahora y para la eternidad. El mismo Dios que creó el universo, te sostiene. El mismo Dios que vistió a Adán y Eva te proporcionó la cobertura que necesitas para salvarte de tus pecados. El mismo Dios que salvó a Noé te llama a encontrar tu salvación a través de la muerte y resurrección de Jesús. El mismo Dios que prometió restaurar y redimir todo lo que el pecado destruyó sigue trabajando hasta el día en que todo será hecho nuevo (Apocalipsis 21:1-5).

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