¿Qué sabemos de los sumerios?

En resumen:

La Biblia alude indirectamente a los sumerios. A pesar de su ausencia en las Escrituras, su construcción del Zigurat de Ur y sus tablillas cuneiformes, incluida la Epopeya de Gilgamesh, se entrecruzan con la historia bíblica, incluidos el diluvio y la historia de Abraham.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La Biblia no menciona a los sumerios, pero sí a Ur, donde los sumerios construyeron un Zigurat. El Zigurat de Ur, construido por los sumerios en honor de la deidad lunar Nanna, refleja su avanzada civilización, famosa por sus proezas en la guerra, la agricultura, la arquitectura y la literatura. Situados en la región conocida como el “Creciente Fértil”, considerada la “cuna de la civilización”, los sumerios habitaban la zona cercana a los ríos Tigris y Éufrates, como se menciona en el Génesis. Abraham, que se cree que nació en Ur, está asociado con la región y más tarde fue llamado por Dios para viajar a Canaán. Su fe en las promesas de Dios condujo al cumplimiento del plan divino, con Jesucristo considerado la bendición definitiva para todas las naciones a través del linaje de Abraham, unificando a los creyentes bajo una misma herencia espiritual. Puede que los sumerios no aparezcan registrados en las Escrituras, pero en la Biblia se encuentran referencias indirectas a su existencia.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Un aspecto significativo que podemos extraer de los sumerios es el entrelazamiento de la historia humana con el plan de Dios. El surgimiento de la civilización sumeria, sus avances y su ubicación en la cuna de la civilización ponen de relieve la orquestación divina de los acontecimientos humanos. Situados entre los ríos Tigris y Éufrates, los sumerios prosperaron gracias a una tierra fértil que permitió la agricultura y el crecimiento de la población. Su invención de la escritura cuneiforme facilitó la comunicación y el mantenimiento de registros, en consonancia con la intención de Dios de que la humanidad desarrollara el lenguaje y la cultura (Génesis 11:1-9). Además, sus innovaciones en irrigación reflejaban la provisión de Dios y la administración que deseaba para la humanidad (Génesis 1:28). Mientras los sumerios realizaban complejas prácticas religiosas en sus templos, buscando la comprensión de lo divino, esto refleja el deseo inherente de la humanidad de buscar a Dios (Hechos 17:26-27). En general, la civilización sumeria sirve como testimonio de la mano de Dios en la formación de la historia, permitiendo que las culturas crezcan de una manera que refleja tanto Su creatividad como el anhelo de la humanidad por el significado y la comunidad. La historia de Abraham ilustra además la intervención de Dios en la historia, llamando a individuos para que cumplan sus propósitos, lo que finalmente conduce al cumplimiento de sus promesas a través de Jesucristo. Esta narración nos recuerda que Dios actúa a través de acontecimientos históricos e individuos para llevar a cabo Su plan redentor para la humanidad, uniendo a personas de todos los orígenes bajo un mismo linaje espiritual a través de la fe en Cristo.

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