¿Qué dice la Biblia sobre la Nueva Jerusalén?

En resumen:

La Nueva Jerusalén es una ciudad gloriosa y eterna, donde Dios morará con Su pueblo en perfecta paz y luz. Su belleza es incomparable, pero su mayor alegría es la presencia de Dios, donde el pecado y el sufrimiento ya no existirán.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La Nueva Jerusalén es una ciudad celestial que existirá en una tierra nueva, donde Dios habitará con Su pueblo en perfecta paz y unidad. El Antiguo Testamento prefigura esta ciudad futura, describiendo una Jerusalén glorificada, donde la presencia de Dios trae alegría, luz y seguridad eternas. Apocalipsis 21 amplía esta visión, describiendo una magnífica ciudad con altos muros, doce puertas y cimientos inscritos con los nombres de las tribus de Israel y los apóstoles. Su brillo, tamaño y belleza superan todo lo que hay en la tierra, pero su mayor gloria es que Dios mismo será su templo y su luz. En la Nueva Jerusalén, el pecado y el sufrimiento desaparecerán para siempre, y los que estén inscritos en el libro de la vida del Cordero experimentarán la alegría eterna en la presencia de Dios.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La Nueva Jerusalén será mucho más que una versión mejorada de la Jerusalén antigua o moderna. Será una ciudad celestial que existirá en una tierra completamente nueva, junto con un cielo nuevo. Allí, el Señor mismo morará en perfecta paz y unidad con los que son hijos de Dios (Juan 1:12). La mayor alegría de la Nueva Jerusalén no serán sus magníficos muros, puertas o cimientos, sino la presencia eterna de Dios morando con Su pueblo. Aunque su belleza y perfección superarán todo lo que podamos imaginar, lo que realmente la hace maravillosa es que nunca volveremos a estar separados de Dios. Ya no habrá pecado, sufrimiento ni distancia que impidan nuestra relación con Él: viviremos en comunión ininterrumpida, experimentando Su amor, paz y gloria para siempre. Así como los cimientos de la ciudad llevan los nombres de los apóstoles y sus puertas los nombres de las tribus de Israel, el cielo será el cumplimiento de la promesa de Dios de redimir y unir a Su pueblo. En Su presencia, encontraremos la máxima satisfacción, una alegría sin fin y un hogar al que pertenecer por toda la eternidad.

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