El Año del Jubileo: ¿Qué es?

En resumen:

El Año del Jubileo fue creado para los israelitas, de modo que cada quincuagésimo año se liberaba a los esclavos, se cancelaban las deudas y la tierra se devolvía a sus dueños originales. El Jubileo nos remite a Jesús, quien nos libera, paga nuestras deudas y nos da la verdadera libertad.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

El Año del Jubileo, descrito en Levítico 25, tenía lugar cada cincuenta años. Se celebraba tocando un cuerno de carnero el décimo día del séptimo mes, que era también el Día de la Expiación. Durante este año, la tierra descansaba, se liberaba a los esclavos y se perdonaban las deudas, con lo que Israel se renovaba. Aunque no se menciona explícitamente en el Nuevo Testamento, el Año del Jubileo simboliza la salvación que ofrece Jesús: nos libera del pecado (Romanos 8:2; Gálatas 5:1), cancela nuestra deuda con Dios (Colosenses 2:13-14) y nos da descanso (Mateo 11:28-30). La salvación por medio de Jesús, y no por nuestras obras, nos concede renovación y libertad eternas, cumpliendo así la restauración espiritual que prefiguraba el Jubileo.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

El Año del Jubileo prefiguraba la salvación ofrecida por Jesús. Él nos libera de nuestra esclavitud al pecado (Romanos 8:2; Gálatas 3:22; 5:1; Lucas 4:17-21). Él nos perdona, o cancela, la deuda que tenemos con Dios a causa de nuestro pecado (Colosenses 2:13-14). Él nos da descanso de nuestras fatigas (Mateo 11:28-30). Es imposible alcanzar la justicia por nuestros propios esfuerzos; más bien, encontramos la salvación y el descanso en Jesucristo gracias a Su obra en la cruz (Hebreos 4:9-10; Efesios 2:8-10). En última instancia, al igual que el Año del Jubileo trajo renovación y esperanza al pueblo de Israel, Jesucristo nos ofrece renovación espiritual, libertad del pecado, perdón de las deudas y descanso eterno. Abrazar Su salvación significa experimentar la verdadera libertad y restauración en todos los aspectos de nuestra vida.

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