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¿Cuál es la clave para reconocer a los falsos maestros?
Cualquier persona entrenada para reconocer dinero falso sabe que el mejor método es estar tan familiarizado con el dinero real que las inconsistencias de la falsificación son obvias. Hay innumerables libros y sitios web que dicen ofrecer una visión de la Biblia, y un sinnúmero de religiones que ofrecen la "verdad". Sin embargo, para aquellos de nosotros que estamos resueltos a creer en la Palabra de Dios, la Biblia es la primera y la última autoridad. Cualquiera que enseñe algo diferente, hombre o ángel, debe ser "maldito" (Gálatas 1: 8-9).
Saber lo que dice la Biblia sobre algunos temas clave es la mejor manera de reconocer a los maestros falsos.
La naturaleza de Dios: La Biblia dice que hay un Dios (Deuteronomio 4:35), el Creador del universo (Génesis 1). Él es soberano sobre el mundo (Isaías 46:10), Él está íntimamente involucrado en nuestras vidas (Mateo 10: 29-31), y está compuesto por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mateo 3: 16- 17). Él es espíritu (Juan 4:24), y Él es eterno (Salmo 90: 2). Sin embargo, los maestros falsos pueden afirmar que Dios es solo uno de muchos dioses caprichosos o completamente desinteresados. Algunos maestros falsos dicen que Dios comenzó como humano y avanzó en su camino hacia ser divino.
La naturaleza de Jesús: Según la Biblia, Jesús es hombre y Dios; Dios quien bajó para ser un hombre (Juan 1:14). Vivió una vida perfecta (1 Pedro 2:22) y aceptó asumir el pecado del mundo para que la humanidad pudiera reconciliarse con Dios (Juan 14: 6, 1 Pedro 3:18). Los falsos maestros tienen diferentes ideas. Muchos afirman que Jesús es simplemente un profeta o un buen hombre. Otros dicen que es el hermano de Satanás. La mayoría enseña que Jesús no es Dios en absoluto.
La naturaleza del Evangelio: Donde los maestros pueden eludir la verdad acerca de Dios y Jesús, lo que predican acerca del evangelio generalmente revela si son falsos maestros. La "buena noticia" del evangelio es que la salvación es solo a través de la fe en Jesús y no a través de obras de ningún tipo (Efesios 2: 8-9). Jesús murió por nuestros pecados, y nosotros elegimos si aceptamos su regalo (Romanos 10: 9). Los falsos maestros agregan obras además del regalo de Jesús: el bautismo, la oración, el dar dinero, los sacramentos o unirse a una iglesia específica. Otros falsos maestros abandonan por completo las enseñanzas bíblicas y sustituyen toda una serie de requisitos hechos por el hombre para alcanzar el cielo, la vida eterna y / o la aceptabilidad de Dios.
La naturaleza de la humanidad: La Biblia dice que debido al pecado de Adán, la gente nace pecaminosa (Romanos 5:12). No podemos buscar a Dios por nuestra cuenta (Romanos 3:11), aunque podemos reconocer su obra en el mundo que nos rodea (Romanos 1: 18-20). El estado natural de la humanidad es malo (Jeremías 17: 9). No podemos ser lo suficientemente buenos para ganar el mérito de Dios, y mucho menos la eternidad en el cielo (Romanos 3:23, 6:23). Los falsos maestros afirman que nacemos como hojas en blanco y que simplemente aprendemos el pecado de nuestro entorno. También enseñan que, con trabajo duro y claridad, podemos salvarnos a nosotros mismos.
La naturaleza de los salvados: Cuando aceptamos el verdadero evangelio, somos sellados para siempre como hijos de Dios (Juan 6: 37-47) y nuestra naturaleza cambia (Gálatas 5: 22-23). El Espíritu Santo viene a morar dentro de nosotros e influencia nuestro carácter (Romanos 8: 9-11). La verdadera naturaleza cristiana se preocupa por los demás por sobre nosotros mismos (Filipenses 2: 3), centrada en la obra de Dios sobre el beneficio personal (Mateo 6:33), y motivada por el amor y el aprecio por Dios en lugar del miedo o un intento de ganarse la gracia (Juan 14:15). Por supuesto, en esta vida, nunca seremos quienes deberíamos ser, pero los falsos maestros predican algo completamente diferente. Algunos afirman que la vida cristiana debe estar llena de salud y bendiciones materiales. Otros dicen que si no trabajamos lo suficiente, Dios nos abandonará.
La naturaleza de la eternidad: La Biblia dice que nuestra situación en la eternidad se basa en nuestra relación con el evangelio: si aceptamos el evangelio, iremos al cielo (1 Juan 5:13); si no, pasaremos la eternidad en el infierno (Mateo 25:41). Algunos falsos maestros dicen que debemos sufrir por un tiempo para ser limpiados del pecado antes de que podamos entrar al cielo. Otros dicen que los incrédulos no pasarán la eternidad en el infierno, sino que simplemente dejarán de existir, o que el infierno es temporal, y, eventualmente, todos irán al cielo. La Biblia también enseña que el cielo y el infierno son lugares reales y físicos, y los experimentaremos como personas físicas (1 Corintios 15: 42-53). Los falsos maestros dicen que estar en comunión con Dios es ser parte de una fuerza espiritual, unida a todos los demás seres en una sola conciencia universal.
Los apóstoles advierten que, durante el fin de los tiempos, los falsos maestros se volverán cada vez más comunes y debemos estar preparados (2 Pedro 3: 3, Judas 1: 17-18, Mateo 24: 23-27). Eso no significa que debemos ir en busca de enseñanza falsa. Parte de "[interpretar] rectamente la palabra de verdad" (2 Timoteo 2:15) es estudiar la verdad, la Biblia, y no cambiarla por una mentira (Romanos 1:25).
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