www.CompellingTruth.org/Espanol
¿De qué manera el gozo es parte del fruto del Espíritu Santo?
Gálatas 5: 22-23 enumera el fruto del Espíritu: "En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas." "Fruto" aquí significa "el resultado de la obra". El obrero es el Espíritu Santo. Entonces, lo que Gálatas 5: 22-23 realmente describe son los rasgos característicos de un creyente quien se ha doblegado ante la obra del Espíritu Santo en su vida. Uno de estos rasgos característicos es el gozo.
En el Nuevo Testamento, "gozo" es la palabra griega chara. Relacionado con ambos charis ("gracia" o "dádiva") y charos ("regocijarse; expresar gozo"), el gozo es la respuesta natural a una dádiva generosa. En cada caso en la Biblia, ese don se origina con Dios, ya sea la llegada del Mesías (Lucas 1:14), la resurrección de Cristo (Mateo 28: 8), el poder de Dios sobre el mundo pecaminoso (Lucas 10:17), o la salvación de Dios (Hechos 13:52). La gracia de Dios es tan fuerte que incluso la promesa de su obra puede provocar gozo (Hebreos 10:34; Santiago 1: 2-4). Y una de las mayores fuentes de gozo es ver la obra redentora de Dios en otros (Hechos 13:52; 1 Tesalonicenses 3: 9; Filipenses 2:2).
El mundo moderno no fomenta el gozo en Dios. En cambio, nos enseña a valorar las posesiones, el poder y la posición. Pero el verdadero gozo no se encuentra en esas cosas. Juan 15: 1-11 dice que el gozo proviene de permanecer en el amor de Cristo. En Filipenses 2: 2, el gozo brota de los creyentes unidos en mente, amor, espíritu y propósito. Juan dice que el gozo completo significa estar unidos con el Padre, Jesús y otros creyentes (1 Juan 1: 1-4).
Eso no significa que todos los eventos mundanos carezcan de gozo. Una enfermedad sanada, un logro ganado con mucho esfuerzo e incluso algo material pueden traer gozo, si se reconoce la mano de Dios en la situación. El "Reino de Dios" es la manifestación de la soberanía y la gloria de Dios. A veces Dios muestra su gloria y poder al sanar (2 Reyes 5: 1-14). A veces, Él pone a un creyente en una posición de poder (Ester 8: 1-2). Y a veces bendice a sus hijos con posesiones materiales (Job 42: 10-17). La clave es que es Dios quien bendice, y aunque podemos apreciar el don, nos regocijamos de que Él haya elegido derramar su amor, soberanía y poder sobre nosotros. Nos regocijamos en el Dador, no solo en la dádiva.
Es importante recordar esto cuando las circunstancias no son tan felices. Santiago 1: 2 dice: "Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas" (véase también 1 Pedro 1: 6). En las pruebas, el gozo no se encuentra en la situación inmediata, sino en la promesa de que el Reino de Dios se revelará a través de la situación. 1 Pedro 1: 7-9 dice que las pruebas actuales brindan seguridad de fe, haciendo que el gozo futuro sea aún mayor cuando Jesús regrese. De manera similar, Santiago 1: 3-4 dice que las pruebas fortalecerán nuestro carácter. Podemos regocijarnos en que las pruebas apuntan a un regalo futuro.
El verdadero gozo se encuentra solo en Jesús (Juan 15:11). Si buscamos la obra y los dones de Dios en nuestras vidas, siempre tendremos gozo. Si nos vemos atrapados en dificultades temporales y deseos mundanos, nuestro gozo será fugaz y débil. Incluso en las dificultades, nuestro gozo permanece, porque depende de Dios y de sus promesas: "Y volverán los rescatados por el Señor, y entrarán en Sión con cantos de alegría, coronados de una alegría eterna. Los alcanzarán la alegría y el regocijo, y se alejarán la tristeza y el gemido."(Isaías 35:10).
Copyright 2011-2024 Got Questions Ministries - All Rights Reserved.