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¿En qué aspecto Dios es un Dios de justicia?
Otra manera de decir "Dios de la justicia" es "Dios del juicio". Las dos frases se usan indistintamente en el antiguo testamento. Tanto justicia como juicio significan poner las cosas en su sitio, emitir un veredicto o pronunciar una sentencia. Dios es el juez supremo que siempre impartirá justicia de acuerdo con Su naturaleza. Puesto que es un Dios de santidad y rectitud, Su justicia es siempre santa y recta.
Comprender la justicia de Dios comienza con un entendimiento del pecado. El pecado es anarquía (1 Juan 3:4) e iniquidad (Daniel 9:4-5; Miqueas 2:1; Santiago 3:6). El pecado se opone a la santidad de Dios, expresada en Su ley. La paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23) y la santidad de Dios exige la pena de muerte contra todo pecado. Hacer lo contrario sería negar Su naturaleza santa y justa. Con todo, la justicia de Dios se ve atenuada por Su amor y misericordia hacia los suyos. Es por esto que Dios envió a Su Hijo, Jesucristo, a la tierra para cumplir con la justicia de Dios y ser consistente con Su santidad. Mediante la muerte de Cristo en la cruz, Dios puso la salvación a disposición de todos los que creen en Él (Juan 1:12; 3:15-17).
En la cruz no sólo se satisfacen la justicia y la rectitud de Dios, sino que Él da el don de esa misma justicia a los pecadores quienes son santificados en la cruz. Así, se satisface Su justicia y Él es glorificado al mostrar Su misericordia y gracia. Jesús nos libró de la justa ira de Dios al convertirse en nuestro sustituto en la cruz, demostrando así que Su justicia no fue violentada, sino que fue completamente satisfecha (1 Tesalonicenses 1:10; 5:9).
Los amigos de Job comprendieron la justicia y la rectitud de Dios, y por eso reprendieron a Job cuando se lamentó por lo que consideraba un castigo injusto de Dios hacia él. Le aseguraron que el castigo de Dios debía ser justo porque Él es un Dios de justicia. "Lejos esté de Dios la impiedad, y del Omnipotente la iniquidad... Sí, por cierto, Dios no hará injusticia, y el Omnipotente no pervertirá el derecho" (Job 34:10, 12). Un Dios de justicia tampoco puede ser un Dios de maldad o iniquidad (pecado).
En el futuro, la justicia de Dios se revelará en toda su gloria. En ese momento, la justicia perfecta de Dios se manifestará, Su nombre será glorificado, y Sus santos se regocijarán al verlo (Apocalipsis 15:3-4 ).
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