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¿Acaso tiene Dios un cuerpo físico?
Si analizamos la Biblia, veremos que Dios es espíritu y, por lo tanto, no está limitado a un cuerpo físico. Sin embargo, la Biblia también dice que Dios se ha revelado en forma humana, tanto en el Antiguo Testamento, así como en Jesucristo. La Biblia también se refiere a Él con muchas características físicas que, en sentido figurado o simbólico, hablan de Dios como si tuviera partes o características del cuerpo humano, aunque Él no tenga un cuerpo físico.
En primer lugar, está claro que Dios es espíritu. Juan 4:24 afirma claramente esta verdad. Tanto Colosenses 1:15 como 1 Timoteo 1:17 se refieren a Dios como el "Dios invisible". Esto también aparece reflejado en el mandamiento del Antiguo Testamento de no crear nada a imagen y semejanza de Dios (Éxodo 20:4). Además, es evidente que Dios es el creador de todas las cosas (Génesis 1:1) y, por lo tanto, tiene que ser mucho más grande de lo que puede contener cualquier cuerpo físico. En 1 Reyes 8:27 se afirma: "Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener".
Sin embargo, muchas veces la Escritura habla de Dios Padre como si tuviera partes del cuerpo humano en sentido figurado. Deuteronomio 33:27 menciona los brazos de Dios, pero queda claro que el escritor no pretendía comunicar que Dios tiene brazos físicos como las personas. Génesis 6:8 menciona los ojos del Señor. Éxodo 6:6 habla del brazo extendido de Dios. 2 Reyes 19:16 menciona el oído del Señor y los ojos del Señor. En cada uno de estos casos, estas partes del cuerpo son usadas figurativamente para referirse a un atributo o concepto con respecto a Dios y no a una parte física del cuerpo.
La Biblia también nos habla de varias oportunidades en las que Dios se reveló físicamente. Entre estas ocasiones se encuentran Su presencia física con los israelitas en el desierto o la manifestación de Dios en forma humana (llamadas teofanías), como en Génesis 12:7 y Génesis 18.
En particular, Jesucristo, la segunda Persona del Dios Trino, tomó las limitaciones de un cuerpo humano. Juan 1:14 enseña: "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros". Durante Su vida terrenal, Jesús reveló a Dios en forma humana como parte del plan divino de Dios para ofrecer la salvación a todas las personas (Juan 3:16).
Una vez más, tanto la Escritura como el razonamiento afirman que el Dios de toda la creación no puede limitarse a un cuerpo físico. Esta es otra razón por la que la venida de Jesús es tan significativa. Él fue la única forma que Dios ha proporcionado para revelar más claramente a Dios a la humanidad, viniendo a este mundo en un cuerpo humano con sus limitaciones. Sin embargo, Su poder sobrenatural también fue conocido, llamando a la gente a creer en Él como el Mesías y, en definitiva, demostrando Sus afirmaciones a través de Su resurrección de entre los muertos.
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