¿Qué significa Ordo Salutis?
Ordo Salutis es un término latino que significa "el orden de la salvación". Históricamente se ha utilizado para describir el proceso o las acciones que intervienen en la salvación de una persona. Este proceso, o la forma en la cual ocurre la salvación, es objeto de discusión entre varios grupos, principalmente entre aquellos que defienden los sistemas teológicos conocidos como Arminianismo y Calvinismo/Teología Reformada. En el arminianismo, el orden de la salvación empieza con la evangelización, luego la persona cree en Cristo, se arrepiente, se regenera y se justifica, y por último viene la santificación, la perseverancia y la glorificación. En la tradición Reformada, se enfatiza la soberanía de Dios, y el Ordo Salutis es: predestinación/elección, evangelismo, conversión/regeneración/justificación, santificación, perseverancia y glorificación.
La principal diferencia entre estas dos interpretaciones es que la tradición reformada enfatiza que Dios ya ha predestinado a los que llegarán a la fe en Cristo. Si bien todos los cristianos están llamados a evangelizar a todas las personas (Mateo 28:18-20), sólo aquellos a los cuales Dios ha elegido escogerán la salvación. Ya que la salvación se basa en la presciencia y elección de Dios, la tradición reformada hace hincapié en que una persona no puede perder su salvación. Una persona que ha creído está llamada a la santificación progresiva hasta el final de esta vida y, finalmente, será glorificada en la otra vida con Cristo.
En cambio, en la tradición arminiana se destaca la elección humana. Una persona puede llegar a creer en Cristo a través de la evangelización y después es llamada a seguir a Cristo. Por lo tanto, la tradición arminiana también enfatiza que una persona puede perder su salvación si decide rechazar a Cristo.
A pesar de sus diferencias, ambas tradiciones afirman que la salvación ocurre únicamente por gracia mediante la fe en Jesucristo, sin importar las obras (Juan 3:16; Hechos 4:12; Efesios 2:8-9). Existen diferencias sobre los aspectos más delicados de algunas creencias entre los cristianos ya que las Escrituras a veces son difíciles de entender en algunas de estas áreas. Queda claro que los creyentes están llamados a compartir el evangelio con todos (Mateo 28:18-20), aunque no todos van a creer. Segunda de Pedro 3:9 y Juan 3:16-18 dejan claro que Dios desea que todo el mundo sea salvo. Romanos 1 indica que todos tendrán la oportunidad. Sin embargo, la Biblia también habla de que Dios llama a las personas a la salvación (Juan 6:44) y a la elección. Romanos 8:29-30 dice: "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó".
Se ha dicho que cuando una persona llega por primera vez a la fe en Cristo, es porque él o ella cree que fue su decisión seguirlo. A medida que un cristiano madura, él o ella aprende que nadie podría elegir creer en Jesús a menos que primero Dios le diera el deseo de creer. En definitiva, Dios es el que impulsa a una persona a creer y le ofrece el camino para hacerlo. Él es quien provee el orden de salvación y el poder para creer.
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