¿Acaso algunos niños son demasiado pequeños para pedir la salvación?

La Biblia no establece un requisito de edad para que una persona pueda creer en Jesucristo como su Salvador. Por el contrario, el énfasis del Nuevo Testamento radica en comprender la necesidad de salvación de una persona teniendo en cuenta tanto la realidad universal del pecado humano (Romanos 3:23) como la capacidad única de Cristo para hacer frente al pecado y brindar la salvación (Juan 3:16; 14:6).

¿Cuál es la edad mínima para creer en Jesús? En primer lugar, una persona debe tener la edad suficiente para reconocer que es un pecador que necesita la salvación. Incluso un niño de 3 o 4 años puede entender la diferencia entre el bien y el mal.

Segundo, una persona debe reconocer a Jesús como Señor o líder de su vida. Romanos 10:9 enseña claramente, "que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo". Si bien es cierto que ninguna persona puede comprender plenamente a Jesús, no obstante, un niño pequeño puede depositar su confianza en Él como Señor.

En tercer lugar, Romanos 10:9 también enseña que una persona debe tener la edad suficiente para creer que Jesús resucitó de entre los muertos. Para los niños pequeños, esto puede ser un concepto difícil, ya que es posible que no comprendan plenamente qué es la muerte y que tengan dificultades para entender cómo alguien puede morir y volver a la vida. Sin embargo, un niño no necesita comprender por completo los detalles de la muerte para aceptar que Jesús resucitó para demostrar que es verdaderamente el Hijo de Dios. Es más, muchas veces los niños pueden ser más confiados que los adultos, haciendo que este aspecto sobrenatural de la resurrección sea más fácil de creer para algunos niños.

Cuando compartimos a Jesús con niños pequeños, es importante recalcar que Jesús ama a todo el mundo y quiere que crean en Él para que puedan vivir juntos por toda la eternidad. Este es el enfoque de Juan 3:16 que enseña: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". El amor de Dios, el Hijo de Dios y la vida eterna con Dios son los elementos clave de este mensaje y, en algunos casos, hasta los niños de edad preescolar pueden entenderlo.

También es importante mencionar que a Jesús lo conocían por Su amor y actitud positiva hacia los niños. Cuando otros intentaron apartar a los niños que habían venido a ver a Jesús, Él respondió: "Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos" (Mateo 19:14). Para Jesús, todos los niños son importantes y Él los ama.

Aunque el Nuevo Testamento no menciona a niños pequeños que lleguen a creer en Jesús, el Antiguo Testamento nos ofrece un ejemplo sorprendente de espiritualidad en la vida del niño Samuel. Poco después de ser destetado (lo que tradicionalmente ocurría entre los 2 y los 5 años), Samuel "ministraba al Señor delante del sacerdote Elí" (1 Samuel 2:11). Primera de Samuel 3:1-18 revela además que Dios habló a Samuel incluso cuando era un niño. En ocasiones, Dios puede actuar poderosamente en la vida de los niños, de formas que demuestran una verdadera fe en el Señor.

Sólo Dios sabe el momento exacto en que un niño está listo y puede aceptar a Jesús como Salvador. Su único deseo es que todo aquel que crea en Él tenga vida eterna (Juan 3:16). Las Escrituras nos muestran el amor que Dios tiene por los niños y que a veces ha obrado a través de niños tan pequeños como Samuel por medio del poder de Su Espíritu.