¿Por qué el ministerio público de Jesús fue tan corto?

Jesús llamó discípulos y enseñó en la zona de Israel durante unos tres años y medio, un período de tiempo aparentemente corto.

En última instancia, Dios determinó la duración del ministerio de Jesús. Está claro en los evangelios que el ministerio de Jesús comenzó y terminó cuando Dios lo decidió. Cuando Su madre quiso que hiciera un milagro en las bodas de Caná, Él le dijo que no era el momento de revelarse (Juan 2:4). En Juan 10:18, Jesús dijo: "Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre". Desde una perspectiva humana, la crucifixión interrumpió el ministerio de Jesús. Pero en realidad, Él tenía el control del tiempo.

Jesús sabía que había venido a morir por los pecados de la gente, a resucitar de entre los muertos derrotando a la muerte (Marcos 8:31-32; 9:31; 10:33), y luego ascender al cielo para preparar un lugar para Sus seguidores (Juan 14:1-3).

Hubo muchas ocasiones en que los líderes religiosos y las multitudes intentaron matar a Jesús (Mateo 26:59; Marcos 14:55; Juan 10:30-33), pero no lo consiguieron hasta que Él determinó que había llegado el momento (Juan 12:20-36). La crucifixión fue el final del ministerio público de Jesús, aunque también fue Su intención desde el principio.

El ministerio de Jesús fue corto porque cumplió lo que vino a hacer precisamente en el momento en que determinó hacerlo. Siguió la voluntad del Padre (Juan 4:34; 6:38; 7:28; 12:49; 14:10). En la cruz, Jesús declaró: "Consumado es" (Juan 19:30). El ministerio público de Jesús no concluyó antes de tiempo. Al contrario, fue precisamente lo que Dios determinó que tenía que ser. Jesús cumplió la ley y los Profetas (Mateo 5:17), redimió a la humanidad (Juan 3:16-18) y ha prometido volver (Juan 14:3; Hechos 1:6-11).