Ministerio cristiano - ¿Qué es eso?

En muchos sentidos, el término "ministerio cristiano" se ha convertido en sinónimo del trabajo vocacional de un pastor, misionero o trabajador de una iglesia. Si bien lo que estos trabajadores hacen es parte del ministerio cristiano, el ministerio cristiano debe ser hecho por cada cristiano en cada aspecto de la vida.

Ministrar es servir, un llamado común a todos los cristianos. Jesús mismo "no vino para ser servido, sino para servir" (Marcos 10:45). Después de lavar los pies de Sus discípulos, Jesús les instruyó, "Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió. ¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica."(Juan 13:15-17, NVI). Los cristianos sirven en formas prácticas como ayudar con necesidades físicas o financieras (Santiago 1:27; 2:15-17). El servicio también se realiza de maneras más intangibles, como escuchar a otros para proporcionar consuelo o aliento, o incluso para restaurar un sentido de dignidad (1 Tesalonicenses 5:11, Hebreos 10: 24-25, 2 Corintios 1:3-4). El ministerio no se limita a las actividades o relaciones de la iglesia; impregna cada parte de nuestras vidas, incluidos nuestros trabajos y nuestras actividades diarias.

Colosenses 3:23-24 dice: "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís." La orden de trabajar fue dada a Adán y Eva antes de su pecado (Génesis 1:28; 2:15). En hebreo, la palabra para el trabajo es avodah. Se usa no solo para el trabajo, sino también para la adoración y el servicio. No debe haber separación en nuestras vidas entre las actividades diarias y el ministerio cristiano. Todo lo que hacemos debe hacerse en servicio a Dios, con una actitud de adoración.

Primera de Corintios 15:58 dice: "Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano". La vida de cada creyente debe ser de ministerio cristiano a tiempo completo, ya sea que se lleve a cabo como un trabajador de la iglesia, un padre que se queda en casa, un médico, un empleado de un supermercado, un estudiante o cualquier otra situación de la vida.