Lavatorio de pies: ¿Qué dice la Biblia?

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Del Antiguo Testamento

  • Cuando Abraham recibió a tres visitantes que eran ángeles o dos ángeles y un Cristo preencarnado (una teofanía), les ofreció hospitalidad, incluida agua para lavarles los pies (Génesis 18:4). Este gesto era un acto de hospitalidad habitual en la antigua cultura del Próximo Oriente.

Del Nuevo Testamento

  • Jesús lavó los pies de Sus discípulos antes de Su crucifixión (Juan 13).
  • La noche anterior a la fiesta de la Pascua, Jesús y Sus discípulos estaban reunidos para su última cena en el aposento alto (Juan 13:1-2). Juan 13:3-5 dice: “Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas en Sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía, se levantó de la cena y se quitó el manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego echó agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida”.
  • Cuando Jesús se acercó a Pedro, este se opuso inicialmente, diciendo: “«¡Señor, ¿Tú me vas a lavar a mí los pies?». Jesús le respondió: «Ahora tú no comprendes lo que Yo hago, pero lo entenderás después». Pedro le dijo: «¡Jamás me lavarás los pies!». Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo»” (Juan 13:6-8). Pedro, al oír la respuesta de Jesús, le pidió que le lavara no solo los pies, sino también las manos y la cabeza (Juan 13:9). Jesús explicó a Pedro que “El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio” (Juan 13:10).
  • Después de lavarles los pies, Jesús les explicó el significado de lo que había hecho. Dijo: “¿Saben lo que les he hecho? Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy. Pues si Yo, el Señor y el Maestro, les lavé los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Porque les he dado ejemplo, para que como Yo les he hecho, también ustedes lo hagan” (Juan 13:12-15).
  • Durante este tiempo, Jesús también mencionó que no todos estaban limpios, refiriéndose a Judas Iscariote, que lo traicionaría (Juan 13:10-11, 18-30).
  • Jesús concluyó el lavatorio de pies dando a Sus discípulos un nuevo mandamiento: “Un mandamiento nuevo les doy: «que se amen los unos a los otros»; que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros. En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros” (Juan 13:34-35). Jesús dio a Sus discípulos una forma tangible de ver la actitud a la que les llamaba y reveló que esta actitud se manifiesta en la acción.
  • En Lucas 22:24 ves que, al mismo tiempo que lavaban los pies, los discípulos discutían entre sí sobre quién de ellos era el más grande. El gesto de humildad de Jesús habría sido especialmente conmovedor. Jesús les enseñó a servirse unos a otros y a los demás. Si el Hijo de Dios, el Mesías, podía lavarles los pies, no había nadie a quien no pudieran lavar los pies, en sentido figurado.
  • El servicio desinteresado de Jesús simbolizó la limpieza espiritual (Juan 13:6-9) y muestra a todos un gran modelo de humildad (Juan 13:12-17). La muerte de Jesús en la cruz, que aporta pureza espiritual a quienes depositan su fe en Él, fue sin duda otra muestra desinteresada de servidumbre (Filipenses 2:5-11).
  • Los relatos bíblicos de Jesús lavando los pies de Sus discípulos te proporcionan un modelo de actitud, no necesariamente de una actividad específica. Esto se refleja en 1 Timoteo 5:10, donde una viuda cristiana tiene por costumbre lavar los pies de los santos. Este relato no habla necesariamente de un lavatorio de pies, sino de una mujer que sirve a los que la rodean.

Implicaciones para hoy

Al igual que Jesús, el Hijo de Dios, demostró humildad y servicio lavando los pies de Sus discípulos, tú estás llamado a encarnar la misma actitud en tu vida cotidiana. Este acto no era solo una norma cultural o un gesto ceremonial; era un poderoso símbolo de servicio desinteresado y limpieza espiritual. Del mismo modo, se te desafía a humillarte, a servir a los demás con auténtico amor y humildad, y a estar dispuesto a realizar actos de bondad y servicio que otros podrían pasar por alto o considerar indignos de ellos. Al adoptar esta actitud de humildad y servicio, reflejas el amor de Cristo y cumples Su mandamiento de amarnos unos a otros como Él te ha amado (Juan 13:34-35). Este ejemplo te anima a ver cada oportunidad de servir a los demás como una oportunidad de demostrar el amor y la humildad de Cristo en acción.

Comprende

  • Jesús lavó los pies a Sus discípulos, en parte, para enseñarles humildad y liderazgo de servicio.
  • El lavatorio de pies era un gesto de hospitalidad y respeto en tiempos bíblicos.
  • El lavamiento de pies simboliza la limpieza espiritual y el perdón en el contexto cristiano.

Reflexiona

  • ¿De qué manera el acto de Jesús de lavar los pies de Sus discípulos desafía tu comprensión de la humildad y el liderazgo de servicio?
  • Reflexiona sobre una oportunidad reciente en la que hayas podido servir a alguien con humildad. ¿Cómo reflejó esta experiencia el ejemplo de Jesús de lavar los pies?
  • ¿Cómo puedes integrar el simbolismo del lavatorio de pies —humildad, servicio amoroso y limpieza espiritual— en tus interacciones diarias con los demás?

Ponlo en práctica

  • El lavatorio de pies se ha convertido en una práctica, e incluso en una ordenanza eclesiástica, entre algunos cristianos, incluso en culturas en las que el polvo en los pies no es la norma. En la iglesia primitiva, ves la observancia de la Cena del Señor, pero no la práctica del lavatorio de pies como una ordenanza.
  • ¿De qué manera el contexto cultural del lavatorio de pies en tiempos bíblicos profundiza tu comprensión de la demostración de humildad y liderazgo de servicio de Jesús?