¿Qué dice la Biblia?
El lavado de pies en tiempos bíblicos no era una cuestión de ceremonia o actividad religiosa, sino una forma necesaria de higiene. Los caminos y senderos polvorientos y sucios creaban la necesidad de lavarse los pies constantemente. Sin embargo, en la mayoría de las culturas, la actividad de lavar los pies a alguien quedaba relegada a las clases más bajas. Por ejemplo, puede que los discípulos de Jesús lo encumbraran lo suficiente como para rendirle culto y lavarle los pies, pero no considerarían la posibilidad de lavarse los pies unos a otros. Los iguales no hacían ese tipo de cosas, excepto quizás muy raramente y como muestra de gran amor. Pero Jesús lavó los pies de Sus discípulos. Jesús te dio un ejemplo de humildad y servicio lavando los pies de Sus discípulos. Deberías tener la misma actitud humilde y servicial con los que están cerca de ti.