¿Es bíblica la doctrina de la generación eterna?

La doctrina de la generación eterna generalmente se define como el acto eterno del Padre de generar/engendrar a la Persona del Hijo (Jesús). Esto de ningún modo indica que Jesús fue creado, sino que es un intento de explicar los términos Padre/Hijo que se usan en las Escrituras y los pasajes que hablan de Jesús como "engendrado del" Padre.

A causa de la dificultad de hacer distinciones entre Jesús siendo generado/engendrado eternamente del Padre (en la que Jesús es considerado eterno como lo son el Padre y el Espíritu) y la enseñanza no bíblica de que Jesús fue creado por el Padre, algunos han rechazado la doctrina de la generación/creación eterna como un concepto bíblico. Este argumento no es reciente, sino un debate históricamente importante que se remonta al Credo de Nicea en el siglo IV.

El Credo de Nicea afirma: "Creo... en un solo Señor Jesucristo, Hijo unigénito de Dios, engendrado por el Padre antes que todos los mundos; Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero del Dios verdadero; engendrado, no creado, siendo de una sola sustancia con el Padre, por quien todas las cosas fueron hechas". Todas estas distinciones pretenden representar a Jesús como eterno, pero en relación de Padre/Hijo con el Padre y parte de la Divinidad Trina. Dicho de esta manera, la doctrina de la generación eterna es una doctrina bíblica que bien representa las muchas maneras en que Jesús es declarado tanto Hijo como Dios eterno.

Por ejemplo, Juan 1:1-3 enseña: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho". Colosenses 1:15-17 añade: "Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten".

En Hebreos 1:3, el autor afirma: "el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder". En Juan 10:30, Jesús declaró: "Yo y el Padre uno somos". Únicos en persona, pero uno como Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu existen como Dios Trino. La generación eterna busca representar esta enseñanza bíblica. Aunque tal vez esté limitada por el entendimiento humano en cuanto a poder comunicar este concepto, la doctrina de la generación eterna es la interpretación ortodoxa enseñada en el Credo de Nicea, desarrollada en los credos y enseñanzas de los reformadores, y que sostienen los cristianos de hoy.