¿Cuáles son algunas de las frases más famosas de Jesús?
Aunque las palabras que Jesús dijo mientras estaba en esta tierra son sólo una fracción de las palabras de Dios registradas en la Biblia, podría decirse que son las que han tenido un mayor impacto en la humanidad. Algunas de las frases de Jesús se han arraigado en lo más profundo de la cultura. Otras provocan indignación, porque contrastan radicalmente con las costumbres del mundo. Independientemente de cómo se acepten algunos dichos de Jesús, las palabras de Jesús no se parecen a las de ningún otro hombre. Sería imposible hacer un recuento exhaustivo de los dichos más famosos de Jesús. Sin embargo, muchas de Sus declaraciones se pueden clasificar en los siguientes temas: Jesús es el Hijo de Dios y nuestro Salvador, el mayor mandamiento es el amor, los creyentes son apartados del mundo, Jesús nos llama a seguirle y ser una luz en el mundo. A continuación, se exponen algunas de las frases más conocidas de Jesús.
"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).
Jesús es el Hijo de Dios y nuestro Salvador (Juan 3:16-18; Hechos 4:12). Es plenamente humano y plenamente Dios (Filipenses 2:5-11). Experimentó los mismos sufrimientos y tentaciones que la humanidad y, sin embargo, no pecó (Hebreos 4:14-16). Jesús murió en la cruz, un sacrificio inocente y perfecto, para expiar los pecados del mundo. Resucitó al tercer día, victorioso sobre el pecado y la muerte, y demostrando que es quien dice ser. Sólo a través de la fe en Él podemos recibir el perdón de nuestros pecados y la salvación eterna. Ver también Juan 4:13-14 y Juan 10:10-11, 27-30.
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 22:37-39).
El mandamiento más importante es el amor. Nuestra primera prioridad en la vida es amar a Dios. Sólo Él es digno de nuestra adoración y todo lo que hacemos debe ser para glorificarlo. Después de Dios, debemos amar a los demás como a nosotros mismos. Al amarlos, demostramos el amor de Cristo y los guiamos hacia Él. Ver también Lucas 6:31 y Mateo 5:44.
"Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros" (Mateo 19:30).
Los creyentes son apartados del mundo. Están siendo renovados continuamente a medida que su carácter se asemeja más al de Cristo. Deben ser humildes, servir a los demás, amar a sus enemigos y perdonar. Con frecuencia, la verdad del Evangelio contradice la perspectiva del mundo y ofende a las personas que viven en pecado. Sin embargo, los que obedecen al Señor recibirán una gran recompensa en el cielo. Ver también Mateo 5.
"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará" (Marcos 8:34-35).
Jesús nos llama a seguirle. Así como llamó a los discípulos a dejar sus redes de pesca y seguirle, nos llama a nosotros a dejar atrás los caminos de este mundo y poner nuestra confianza en Él. Nos advierte que el camino no será fácil, pero que la recompensa de seguirle es mucho mayor que cualquier riqueza que este mundo pueda ofrecer. Ver también Mateo 4:19, Mateo 7:7 y Juan 8:12.
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:19-20).
Jesús encomendó a Sus seguidores que compartieran Su verdad y fueran una luz en el mundo. Debemos vivir activamente nuestra fe y guiar a otros hacia Cristo. Los creyentes tienen la responsabilidad de difundir las buenas nuevas del Evangelio hasta los confines de la tierra. Debemos ayudar a otros a seguir a Jesús. Ver también Mateo 5:14-16.
Que las palabras de Jesús te animen. Acude a ellas en busca de sabiduría y consuelo. Sin embargo, desconfía de los que tergiversan Sus palabras para engañar. Comprueba lo que oyes con la totalidad de la Palabra de Dios y podrás discernir la verdad.
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La verdad sobre Jesús
