¿Qué son las estaciones de la cruz?

Las estaciones de la cruz, también llamadas Vía Crucis o Vía Dolorosa, son una serie de representaciones de Jesús cargando la cruz, que comienzan con Su condena a muerte y terminan con Su entierro en la tumba del jardín. Aunque existen variaciones, la forma tradicional católica del Vía Crucis incluye las siguientes 14 estaciones:

1. Jesús es condenado a muerte.
2. Jesús recibe Su cruz.
3. Jesús cae por primera vez.
4. Jesús se encuentra con Su madre María.
5. Simón de Cirene es obligado a llevar la cruz.
6. Verónica limpia la sangre del rostro de Jesús.
7. Jesús cae por segunda vez.
8. Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén.
9. Jesús cae por tercera vez.
10. Jesús es despojado de Sus vestiduras.
11. Jesús es clavado en la cruz - la Crucifixión.
12. Jesús muere en la cruz.
13. El cuerpo de Jesús es retirado de la cruz - la Deposición o Lamentación.
14. El cuerpo de Jesús es colocado en la tumba.

En la forma tradicional de estas estaciones, los números 3, 4, 6, 7 y 9 no se mencionan directamente en el Nuevo Testamento. Por eso, otros han desarrollado una versión llamada Vía Crucis Escritural con las siguientes estaciones:

1. Jesús en el Monte de los Olivos (Lucas 22:39-46).
2. Jesús es traicionado por Judas y arrestado (Lucas 22:47-48).
3. Jesús es condenado por el Sanedrín (Lucas 22:66-71).
4. Pedro niega a Jesús (Lucas 22:54-62).
5. Jesús es juzgado por Poncio Pilato (Lucas 23:13-25).
6. Jesús es azotado y coronado de espinas (Lucas 22:63-65).
7. Jesús toma Su cruz (Juan 19:17).
8. Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar Su cruz (Lucas 23:26).
9. Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén (Lucas 23:27-31).
10. Jesús es crucificado (Lucas 23:33-47).
11. Jesús promete Su reino al ladrón creyente (Lucas 23:43).
12. Jesús en la cruz habla con Su madre y Sus discípulos (Juan 19:26-27).
13. Jesús muere en la cruz (Lucas 23:44-46).
14. Jesús es puesto en la tumba (Lucas 23:50-54).

Las estaciones del Vía Crucis se desarrollaron originalmente por los peregrinos que viajaban a Jerusalén y trataban de seguir los últimos pasos de Jesús. Las iglesias o monasterios empezaron a utilizar estas "estaciones" ya en el siglo V con la intención de conmemorar estos pasos en otros lugares. El objetivo del Vía Crucis es ayudar a la persona a centrarse en la oración y es bastante popular entre los católicos romanos.

Algunos protestantes han rechazado la práctica del Vía Crucis como una tradición católica, la han rechazado debido a los elementos extrabíblicos, o rechazan su enfoque en las imágenes dentro de la iglesia. Aunque no todos estarán de acuerdo con la forma en que se practica esta tradición, es importante que todos los creyentes reflexionen sobre el sufrimiento que padeció Jesús en Sus últimas horas hasta la cruz. Hoy en día, muchos también reflexionan sobre este momento en la Cena del Señor, recordando la muerte y el sufrimiento de Jesús, Su cuerpo destrozado y Su sangre derramada, por nuestros pecados.