¿En qué se diferencia el Cristianismo y el Judaísmo?

El Judaísmo y el Cristianismo comparten las mismas raíces, y el Judaísmo se remonta a los años anteriores a Cristo. Ambas religiones creen en Dios, y que Él es quien dice que es: omnipotente, omnisciente, amoroso, justo y misericordioso. Ambas religiones también postulan que Dios es el creador y sustentador del universo. Además, el Judaísmo y el Cristianismo comparten las mismas Escrituras con la exclusión del Nuevo Testamento, que los judíos rechazan.

Estas religiones se apartan una de la otra con respecto a la identidad del Mesías. Mientras que el Cristianismo afirma que Jesucristo es el Mesías, aquellos que siguen el judaísmo no piensan que Jesús fue el único Dios enviado para redimir a su pueblo. Sin embargo, confían en la promesa de Dios de enviar al Mesías.

Además, los seguidores del Judaísmo no creen que el Mesías prometido vendrá a salvar al mundo de la carga del pecado. En cambio, creen que el Mesías será un hombre enviado por Dios para restaurar la nación de Israel y traer la paz al mundo. Esto fue, de hecho, lo que los judíos en los días de Jesús esperaban de Jesús. Cuando Jesús entró en Jerusalén en un burro justo una semana antes de su crucifixión, lo aclamaron como un héroe militar que los salvaría de la ocupación romana. Cuando rápidamente se dieron cuenta de que Jesús no iba a hacer esto, se volvieron contra él, llamándolo blasfemo, quien erróneamente afirmó ser uno con Dios y exigió su crucifixión.

Incluso después de que Jesús fue resucitado de entre los muertos y se apareció a sus seguidores, muchos judíos se negaron a creer en la resurrección y afirmaron que los discípulos de Jesús habían robado su cuerpo como una forma de engañar a la gente haciéndoles creer que Jesús había resucitado. Hoy en día, muchos judíos reconocen que Jesús fue un gran maestro y tal vez incluso un profeta. Pero se aferran a la creencia de que Jesús no era más que un hombre, y ciertamente no era Dios mismo.

La base del cristianismo se basa en la persona, muerte y resurrección de Jesucristo. Los cristianos creen que Jesús es uno con Dios (Juan 1: 1), y se hizo hombre para restaurar la brecha existente entre Dios y la relación del hombre que ocurrió como resultado de la caída (Juan 1: 14). Los cristianos confían en la muerte y resurrección de Jesús como el único pago por el pecado que separa al hombre de Dios, y creen que solo la fe en Cristo y su obra puede limpiarnos de nuestro pecado (Juan 14: 6).

A pesar del hecho de que el Judaísmo no acepta el Nuevo Testamento como Escritura inspirada por Dios, hay muchas referencias a Jesucristo en el Antiguo Testamento y una serie de profecías que Él personalmente cumplió. Isaías 53, también llamado "El Siervo Sufriente", es una descripción perfecta de la persona de Jesús, así como de sus pruebas y crucifixión. El Salmo 22: 14-18 también describe la crucifixión de Jesús con gran detalle: "Como agua he sido derramado; dislocados están todos mis huesos. Mi corazón se ha vuelto como cera, y se derrite en mis entrañas. Se ha secado mi vigor como una teja; la lengua se me pega al paladar. ¡Me has hundido en el polvo de la muerte! Como perros de presa, me han rodeado; me ha cercado una banda de malvados; me han traspasado las manos y los pies. Puedo contar todos mis huesos; con satisfacción perversa la gente se detiene a mirarme. Se reparten entre ellos mis vestidos y sobre mi ropa echan suertes."

Es importante notar que no todos los judíos rechazan la verdad de Jesús. Hay muchos judíos que ponen su fe en Cristo, los "judíos mesiánicos". De hecho, el apóstol Pablo mismo fue un judío devoto que persiguió a aquellos que predicaron el evangelio de Jesucristo. Pero después de experimentar una visión de Jesús, se hizo cristiano y predicó la crucifixión y la resurrección a miles de personas, tanto judíos como gentiles.