¿Qué dice la Biblia respecto a danzar en el culto?
Con frecuencia la Biblia hace mención de la danza. El primer ejemplo se encuentra en Éxodo 15:20, cuando Miriam, la hermana de Moisés y Aarón, dirigió a las mujeres israelitas en una danza tras el milagro del Mar Rojo. Era una expresión de adoración y celebración. David también nos ofrece un excelente ejemplo de danza como expresión de adoración. Segunda de Samuel 6:16 dice: "Cuando el arca del Señor llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante del Señor; y le menospreció en su corazón". Los Salmos también mencionan la danza como expresión de adoración en el Salmo 30:11; 149:3; y 150:4. Mateo 11:17 menciona la danza como símbolo de júbilo que acompañaba a la música (ver también Lucas 7:32).
Ahora bien, hay que tener en cuenta dos consideraciones importantes sobre la danza. En primer lugar, en las Escrituras se menciona la danza tanto de forma positiva como negativa, dependiendo de cómo se utilice. Además de los ejemplos positivos mencionados anteriormente, la danza también se asociaba con el culto pagano (Éxodo 32:19). La danza de la hija de Herodías se utilizó en un esfuerzo para que mataran a Juan el Bautista (Marcos 6:17-28).
En segundo lugar, la danza no se menciona en las Escrituras con respecto a las reuniones de la iglesia del Nuevo Testamento. Se desconoce si realmente se danzaba durante los servicios de la iglesia primitiva, pero no se menciona específicamente y ciertamente no es un requisito para adorar a Dios.
Si echamos un vistazo a lo que dice la Biblia sobre la danza, veremos que puede usarse para el bien o para el mal. Aquellos que disfrutan danzando pueden hacerlo para la gloria de Dios, como una forma de celebración y adoración, e incluso como una manera de servir al cuerpo de Cristo. Sin embargo, la danza también se puede utilizar para adorar a otros dioses y para otros fines malvados.
En cuanto a la danza en la iglesia, la Biblia aconseja: "pero hágase todo decentemente y con orden" (1 Corintios 14:40). Cada iglesia local puede determinar cómo, cuándo y si se permite la danza dentro de sus actividades, siempre y cuando cumpla un propósito divino.
Aunque algunos grupos han considerado que todas las clases de danza son malas para los cristianos, la Biblia no respalda este punto de vista. Por el contrario, nos ofrece un enfoque más equilibrado, según el cual la danza puede utilizarse para la gloria de Dios, pero también puede utilizarse con fines ilícitos. El cristiano debe tratar de cumplir 1 Corintios 10:31 que enseña: "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios".
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