La Biblia presenta varias razones por las que buscar a Dios es importante. En primer lugar, fuimos creados para tener una relación estrecha con Dios, como la que tenían Adán y Eva antes de pecar (Génesis 2:15-17). Después de que la primera pareja humana pecara, trataron de esconderse de Dios, pues el pecado había dañado su intimidad con Él (Génesis 3:8). Buscar a Dios también es importante por quién es Él: el dador de vida (1 Timoteo 6:13; Juan 10:10) y el gran YO SOY (Éxodo 3:14). Las Escrituras indican que otra razón para buscar al Señor es que la humanidad fue creada para adorarlo y reverenciarlo (Eclesiastés 12:13; Isaías 43:21; Juan 4:23). Al cumplir ese propósito, encontramos gozo (Salmo 16:11; Salmo 34:8; Juan 10:9-10). También encontramos la vida eterna en el Señor (Juan 10:9-10; Juan 17:3). Dios не nos obliga a venir a Él porque es bondadoso y nos da libre albedrío (Mateo 23:37). Él nos atrae hacia Sí mismo (Juan 4:23). Solo a través de una relación con el Creador, los seres humanos encuentran alegría y propósito en la vida, así como la promesa de la vida eterna.
Cualquier persona que haya buscado trabajo conoce la importancia de tener una red de contactos. Conseguir un empleo a menudo depende tanto de a quién conoces como de lo que sabes. Pero la conexión más importante que podemos establecer está cerca (Hechos 17:27) y, sin embargo, no todos la buscan: nuestro Creador. Al estar hechos a imagen de Dios y creados para adorarle, no podemos llevar una vida plena sin Él. ¿Cómo buscamos a Dios? La oración diaria es un buen comienzo. La oración no es solo para los momentos de apuro (aunque la súplica puede formar parte de ella). Se trata de presentar tu corazón ante Dios, pedirle que se revele y estar en Su presencia. Leer y reflexionar diariamente sobre la Palabra de Dios es otra forma de buscarle. La Biblia revela quién es Dios, lo que nos muestra el amor y el cuidado que nos tiene. Todas las relaciones humanas son pasajeras, incluso las más estrechas. Los amigos pierden el contacto. Los compañeros de trabajo se van. La familia fallece. Pero nuestro Señor está siempre con nosotros, incluso en la eternidad. Solo a través de una relación con el Creador, los seres humanos encuentran alegría y propósito en la vida, así como la promesa de la vida eterna.