¿Acaso el bautismo del creyente / credobautismo se enseña en la Biblia?

La Biblia enseña el bautismo del creyente en el cual alguien que es seguidor de Cristo decide bautizarse para dar testimonio de su fe en Cristo. En ocasiones, este bautismo se denomina bautismo de agua porque la persona se sumerge momentáneamente bajo el agua y luego vuelve a salir, simbolizando un renacimiento espiritual tal como Cristo murió y resucitó. También se denomina credobautismo, de la palabra latina que significa credo, para demostrar que la persona acepta un nuevo credo.

El bautismo es un paso importante a la hora de seguir a Jesús. Cuando Juan el Bautista bautizó a Jesús, Dios proclamó que Jesús era Su Hijo (Mateo 3:16-17). En la iglesia primitiva, cuando la gente escuchaba el Evangelio y aceptaba a Cristo como su Salvador, se bautizaba como proclamación pública de su fe (Hechos 2:38). En todo el libro de los Hechos hay ejemplos de personas que escuchan el Evangelio, aceptan a Cristo y se bautizan (Hechos 2:14-41; 8:26-40; 16:25-34; 19:1-7).

Algunas iglesias enseñan que el bautismo es un requisito para la salvación. Sin embargo, cada uno de los ejemplos bíblicos de bautismo después de la resurrección de Cristo indican que las personas primero aceptaron a Cristo y luego fueron bautizadas. Por consiguiente, el bautismo no es un acto de salvación, sino más bien una respuesta a la misma. La Biblia establece claramente que la salvación es por la gracia de Dios mediante la fe y no por las obras (Efesios 2:8-9; Gálatas 2:16). Añadir cualquier cosa al evangelio es como decir que la muerte de Jesús en la cruz fue insuficiente para la salvación. Decir que el bautismo es un requisito para la salvación es decir que hay que añadir nuestras obras a la obra consumada de Jesús en la cruz para ser salvos. Sólo la muerte de Jesús hizo expiación completa por nuestros pecados y es completamente suficiente para nuestra salvación (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:2; Hebreos 10:10).

Otras iglesias, incluyendo la Iglesia Católica Romana, enseñan el bautismo de bebés. Ellos rocían agua sobre los infantes creyendo que así aseguran su salvación. No hay ninguna referencia bíblica al bautismo de infantes. Los bebés no pueden entender el evangelio y por tanto no pueden tomar la decisión de aceptar a Cristo como su Salvador. Sus padres no pueden tomar esta decisión por ellos, ya que sólo Dios sabe lo que hay en el corazón de una persona y puede juzgarla por lo que ha hecho durante su vida (Jeremías 17:10; Romanos 2:5-6). Sin embargo, sí hay ejemplos de padres que dedican a sus hijos a Dios (Lucas 2:22; 1 Samuel 1:11). Por lo general, la dedicación consiste en que los padres oren para que el niño decida aceptar a Cristo y seguir a Dios, y se comprometan a enseñar a sus hijos la verdad de Dios y a educarlos de manera que honren a Dios (Proverbios 22:6; Efesios 6:4).

El bautismo es para los creyentes. El bautismo es un símbolo físico de la realidad espiritual que ocurre cuando una persona pone su fe en Jesucristo. Morimos al pecado, Jesús nos limpia y nos resucita a una nueva vida en Él.