¿El alma humana es mortal o inmortal?

El alma humana es ciertamente inmortal. La Biblia deja en claro en una variedad de pasajes que el alma es la parte inmaterial de un ser humano que vive más allá de esta vida terrenal.

Uno de los salmos más famosos habla directamente sobre este tema: "La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre." (Salmo 23: 6). El salmista inspirado sabía que una vez que su vida en este cuerpo hubiese terminado, su alma habitaría con Dios para siempre (véase también Salmos 22:26; 49: 7-9).

Eclesiastés 12: 7 dice: " el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio". Dios es el dador de la vida y recibe el alma al final de la vida.

El Nuevo Testamento habla con frecuencia acerca de la vida eterna (Juan 3: 15-16). Jesús habló de aquellos que heredarían la vida eterna (Mateo 19:29) y de aquellos que experimentarían el castigo eterno (Mateo 25:46).

El alma se menciona más de 250 veces en las Escrituras. A menudo, se le describe como existiendo más allá de la vida física. Cuando el hijo pequeño de David murió, David dijo: "Pero, ahora que ha muerto, ¿qué razón tengo para ayunar? ¿Acaso puedo devolverle la vida? Yo iré adonde él está, aunque él ya no volverá a mí." (2 Samuel 12:23). David sabía que, aunque la vida terrenal de su hijo había sido breve, su alma perduraría eternamente.

La Segunda de Juan 1: 2 también hace referencia a las personas que viven para siempre: " a causa de esa verdad que permanece en nosotros y que estará con nosotros para siempre". El creyente posee la verdad de Cristo no solo en esta vida, sino también por la eternidad.

La eternidad del alma es algo a lo que Jesús se refirió claramente, y proporcionó un camino para que el alma pase la eternidad con él: " para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna." (Juan 3:16).