¿Fue Jesús un profeta?

Durante Su vida en la tierra, muchas personas se refirieron a Jesús como un profeta, entre ellas la mujer sorprendida en adulterio (Juan 4:19) y otras (Mateo 21:11; Lucas 7:16).

Una vez, al menos, Jesús se comparó a sí mismo con un profeta: "Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos..." (Marcos 6:4-6).

En la Biblia, los profetas hablaban en nombre de Dios cuando Él les daba instrucciones, como por ejemplo Samuel (1 Samuel 8:7), Jeremías (Jeremías 1:4), Ezequiel (Ezequiel 3:16) y otros. Ellos representaban a Dios. Jesús también dijo que Su mensaje venía de Dios (Juan 7:16; 8:28; 17:8).

También, los profetas, por el poder de Dios, dicen el futuro. Jesús lo hizo, diciendo a Sus discípulos que lo matarían y luego resucitaría de entre los muertos al tercer día (Mateo 16:21). Esta profecía se cumplió. Dijo que enviaría el Espíritu Santo (Hechos 1:8), lo cual vemos que ocurrió en Hechos 2. Jesús también profetizó sobre la destrucción del templo de Jerusalén, Su regreso y otros acontecimientos del fin de los tiempos (Mateo 24).

Los profetas también realizaron milagros. Moisés hizo muchos milagros, entre ellos el de abrir el Mar Rojo (Éxodo 14:21-22). Elías invocó fuego del cielo—un gran relato de 1 Reyes 18:26-38-. Y, por supuesto, Jesús realizó muchos milagros. Lee los Evangelios. Estas son algunas referencias: Mateo 8:14-17; Marcos 1:40-45; Lucas 8:42-48; y Juan 6:16-21.

Hoy en día, muchas personas identifican a Jesús como un profeta, y efectivamente cumplió el papel de profeta. Lamentablemente, muchas personas lo encasillan en esa función, tal es el caso de los musulmanes que consideran a Jesús como un gran profeta, pero no como Dios o el único Salvador. Jesús es mucho más que un profeta. Es Dios (Juan 10:30; Filipenses 2:5-11; Colosenses 1:15-20). Es el Mesías (Jesús cumplió muchísimas profecías del Antiguo Testamento sobre el Mesías). Él es la propiciación por nuestros pecados (Hebreos 2:17). Jesús es un profeta y cumplió la profecía de Deuteronomio 18:18 (ver Hechos 3:22; 7:37). Pero Él es más que un simple profeta. Es la Palabra de Dios (Juan 1:1) y el único que salva (Juan 14:6; Hechos 4:12).