¿Qué significa que Jesús es la Palabra de Dios?

El primer capítulo del Evangelio de Juan se refiere a Jesús como el Verbo. En el versículo 1 leemos: “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. En el versículo 14 encontramos: “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” ¿Cuál es el significado de estas referencias a Jesús como el Verbo?

En la cultura y filosofía griega, el “Verbo” o Logos (la palabra griega traducida como “verbo/palabra”) se refería al puente entre el universo trascendente y el material. Juan usó este concepto de logos o “verbo/palabra” como una referencia divina para presentar a Jesús como divino.

La opinión de que Jesús es divino como el Verbo se explica de muchas maneras en Juan 1. En el primer versículo, Jesús es llamado Dios con la frase “y el Verbo era Dios.”

En el versículo 2, Juan señala: “Él estaba con Dios en el principio.” Además de ser Dios, Juan llama a este Verbo eterno.

En el versículo 3, leemos: “Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir.” Jesús, la Palabra (o Verbo), se presenta como el Creador de todas las cosas.

En el versículo 4, Jesús se describe como la fuente de la vida: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad.”

Después de comentar más sobre Jesús como la vida y la luz, el versículo 14 informa a los lectores que el Verbo, Jesús, Dios divino que creó todas las cosas y la vida misma, vino y vivió entre los hombres. Juan testificó personalmente que había visto la gloria de Jesús, le llamó el Hijo único del Padre (véase Juan 3:16), y dijo que Jesús estaba lleno de gracia y de verdad. Concluye esta sección en los versículos 17-18 con el comentario de que nadie ha visto a Dios, pero que Dios se reveló visiblemente a través de Jesús.

El énfasis general de llamar a Jesús El Verbo en estos versículos se destacan los papeles de Jesús tanto divino como humano. A lo largo del Evangelio de Juan estos temas figuran con frecuencia, haciendo hincapié en Jesús como el Hijo de Dios, el divino “Verbo” o “Palabra”, que también vivió en la tierra.

El uso de logos o “palabra/verbo” en referencia a Jesús ha sido confuso para algunos, pero cuando se entiende bien, echa las bases para el Evangelio de Juan. Presenta a Jesús desde el principio como Dios, Creador, dador de vida, que vino a la tierra para vivir entre la humanidad. En respuesta, los lectores están llamados a creer en Jesús como Hijo de Dios. Juan señaló esto como el propósito de su Evangelio, diciendo: “Jesús hizo muchas otras señales milagrosas en presencia de sus discípulos, las cuales no están registradas en este libro. Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.” (Juan 20:30-21)