¿Por qué se registran vidas tan largas en Génesis?

Adán, el primer hombre, vivió hasta los 930 años (Génesis 5: 5). Set vivió hasta los 912. Cinco generaciones después, Dios tomó a Enoc cuando tenía 365 (Génesis 5:24). El hijo de Enoc, Matusalén, murió a los 969 (Génesis 5:27). El nieto de Matusalén, Noé, diez generaciones después de Adán, vivió hasta los 950 (Génesis 9:29).

Todos estos hombres nacieron y, a excepción de Noé, vivieron toda su vida antes del Diluvio. Después del Diluvio, la duración de la vida cayó rápidamente. El hijo de Noé, Sem, vivió hasta los 600 años (Génesis 11: 10-11). Las siguientes tres generaciones murieron poco después de cumplir 400 años (Génesis 11: 12-19). Pero seis generaciones después, Abraham murió a los 175. Entonces, Adán vivió hasta los 930 años; y diez generaciones más tarde, Noé hasta los 950 años; diez generaciones después, Abraham murió a los 175 años (Génesis 25: 7).

¿Por qué la gente vivió tanto tiempo en Génesis? ¿Y por qué la gran diferencia después del Diluvio? Solo podemos especular. Adán fue la creación genéticamente perfecta de Dios. Él no tenía fallas físicas o genéticas. Le hubiera transmitido su increíble salud a sus hijos. La mayoría de los patriarcas desde Adán hasta Noé vivieron más de 900 años. Las excepciones fueron Malalel, que solo llegó hasta los 895 años, Enoch, que fue arrebatado por Dios precozmente, y Lamec, que, a los 777 años, tuvo que morir antes del Diluvio. Cada uno de estos hombres heredó la mayor parte de la perfección genética de Adán.

La repentina disminución en la esperanza de vida después del Diluvio fue probablemente ambiental. Los campos cultivados fueron eliminados. Los animales eran más recelosos y más agresivos. Antes del Diluvio, la tierra había sido una creación perfecta maldecida. Ahora fue completamente aniquilada. Además, algo cambió en el cuerpo humano para beneficiarse de comer carne en lugar de solo plantas, ya sea porque la mutación humana natural después del Diluvio requirió un conjunto diferente de nutrientes o si Dios usó la carne para acortar vidas, la Biblia no lo menciona.

El segundo evento importante que pareció afectar la esperanza de vida es la Torre de Babel. No sabemos exactamente cuándo se construyó la Torre de Babel, excepto que fue hecha en los días de Peleg (Génesis 10:25). Es interesante notar que Peleg y todas las generaciones posteriores a él vieron como su vida se reducía, al menos, a la mitad. De hecho, el hijo de Noé, Sem y sus próximos tres descendientes sobrevivieron a las siguientes cinco generaciones. Sem, el hijo de Noé, sobrevivió a Taré, el padre de Abraham. Aparentemente, la dispersión de grupos de personas desde un lugar central y civilizado causó casi tanto daño como el Diluvio.

Nuestra corta esperanza de vida hoy es una bendición. Un hombre bueno podría lograr grandes cosas en 900 años, pero Génesis 6 ilustra que una vida larga no equivale a un buen corazón. Un hombre malvado que pudiese vivir hasta los 900 años, podría llegar a cometer una cantidad increíble de daño, tanto que Dios vio que fue necesario destruir el mundo entero. Así como Dios protegió al hombre caído de vivir para siempre en Génesis 3:22, Él nos protegió de vivir lo suficiente como para pecar tanto como las generaciones en Génesis lo habían hecho.