¿Qué son las Epístolas de la Cárcel?

Las Epístolas de la Cárcel son cuatro cartas del Nuevo Testamento que el apóstol Pablo escribió durante su arresto domiciliario en Roma, entre los años 60 y 62 d.C. aproximadamente. Estas cartas son Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón. Todas ellas constituyen cuatro de los 27 libros del Nuevo Testamento y 15 de sus 260 capítulos.

Las tres primeras epístolas se escribieron a grupos locales de cristianos en las ciudades de los nombres de los libros. Efesios fue escrita a los creyentes de Éfeso y cubre áreas de doctrina (capítulos 1-3) y aplicación (capítulos 4-6). De gran importancia es el énfasis de esta carta en la salvación por gracia mediante la fe (Efesios 2:8-9), la unidad de la Iglesia (Efesios 4) y la guerra espiritual (Efesios 6:10-18).

Filipenses fue una carta principalmente alentadora, escrita para agradecer a los cristianos de Filipos su apoyo económico a la labor misionera de Pablo. Filipenses 1:19-26 habla de las circunstancias de Pablo en el momento de escribirla, así como de su esperanza de volver a verlos. Curiosamente, esta carta fue escrita con la ayuda de Timoteo, indicando que Timoteo estuvo con Pablo durante su encarcelamiento. Este mismo Timoteo recibiría más tarde dos cartas personales de Pablo que se incluyen en el Nuevo Testamento (1 y 2 Timoteo).

Colosenses, escrita también con la ayuda de Timoteo, iba dirigida a los cristianos de Colosas. Habla de la deidad de Jesús, de los rituales judíos que algunos habían intentado añadir a la fe cristiana, así como de la petición que Pablo hace de orar para hacer avanzar el mensaje evangélico (Colosenses 4).

Filemón, en cambio, era una carta breve y personal sobre un esclavo fugitivo llamado Onésimo. Al parecer, Onésimo había huido de Filemón, su dueño, que también se había convertido al cristianismo bajo el ministerio de Pablo. Durante su estancia en Roma, Pablo entró en contacto con Onésimo y lo llevó a la fe en Cristo. Para resolver adecuadamente su situación, Pablo escribió a Onésimo sobre estos acontecimientos, pidiendo a Filemón que liberara a Onésimo. A pesar de ser una carta breve, Filemón ofrece quizás la apología más fuerte del Nuevo Testamento sobre cómo los cristianos veían la esclavitud en su tiempo, y las implicaciones para los cristianos que desean ayudar en la libertad de los esclavos hoy en día.

A pesar de la situación de Pablo durante la redacción de las Epístolas de la cárcel, no le impidió compartir el mensaje del Evangelio con otros ni escribir cartas para animar a personas e iglesias. Hechos 28:30-31 nos dice: "Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento". Incluso en este difícil contexto, Dios estaba obrando para capacitar a Pablo con el fin de cambiar la vida de muchos durante su época y la nuestra a través de estas obras ahora conocidas como las Epístolas de la Cárcel.