¿Cómo juzga Dios a las personas educadas en culturas no cristianas?

Muchos se preguntan cómo Dios puede enviar a una persona al infierno que fue educada en otra religión o que nunca ha escuchado el evangelio de Jesucristo. Sin embargo, la pregunta supone que Dios solo puede revelarse de ciertas maneras y no de otras. La Escritura ofrece otra alternativa.

Primero, la Escritura es clara en que nadie merece la salvación. Romanos 3: 22-24 enseña: "Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó." Aparte de la gracia de Dios a través de la fe en Jesucristo, todos pereceríamos (Juan 3:16, 18; Efesios 2: 8-9).

Sin embargo, Dios se ha revelado a todas las personas. Romanos 1:20 enseña: "Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa." Dios claramente habla a todas las personas a través del universo creado. Debido a esto, la Palabra de Dios enseña que aquellos que ignoran a Dios no tienen excusa.

Además, Dios se revela a los que lo buscan. Hebreos 11: 6 señala que "[…] recompensa a quienes lo buscan.". Un ejemplo de esto se encuentra en Hechos 10. " Vivía en Cesarea un centurión llamado Cornelio, del regimiento conocido como el Italiano. Él y toda su familia eran devotos y temerosos de Dios. Realizaba muchas obras de beneficencia para el pueblo de Israel y oraba a Dios constantemente." (Hechos 10: 1-2). Cornelio buscó a Dios, y en respuesta a su oración el Señor respondió enviándole a Pedro (Hechos 10: 19-20). El resultado fue que Cornelio y los de su casa llegaron a la fe en Cristo.

Hay muchos relatos provenientes de todo el mundo que indican que Dios se revela de manera milagrosa. Las personas anteriormente no alcanzadas han escuchado el evangelio de Jesucristo y lo abrazaron como Salvador. Dios se revela a los que lo buscan.

Además, Dios es perfecto en todos sus caminos (Deuteronomio 32: 4). Él decide cómo y cuándo revelarse. No estamos llamados a cuestionar Sus caminos, sino a confiar en Él (Juan 3:16). "Excelso es nuestro Señor, y grande su poder; su entendimiento es infinito" (Salmo 147: 5).

El cielo incluirá personas que han llegado a la fe en Jesús de "gente de toda raza, lengua, pueblo y nación." (Apocalipsis 5: 9). Los creyentes están llamados a llevar el mensaje de Cristo a todas las naciones (Mateo 28: 18-20). El hecho de que muchos mueran separados de Cristo debería motivarnos a llevar urgentemente el evangelio a aquellos que aún no han escuchado, pidiéndole a Dios que envíe más obreros a los campos maduros ya para la cosecha (Mateo 9: 37-38).